Ronald Koeman será nombrado entrenador del Barça a no ser que surja una fuerte e inesperada disensión en la reunión de hoy de la junta. Josep Maria Bartomeu se presentará ante sus compañeros con el nombre del seleccionador holandés como candidato para sustituir a Quique Setién al comprobar que Mauricio Pochettino, la opción preferida del presidente y de algunos directivos, provoca un fuerte rechazo entre la masa culé, extremadamente sensible respecto a Pochettino, respecto al equipo y respecto a la junta después de la humillación de Lisboa.

El relevo de entrenador que se produjo en enero se repite en agosto, sin que Setién haya sido capaz de frenar la dinámica decadente que apuntaba el equipo y que motivó que Bartomeu destituyera a Valverde. El Barça ha ido de mal peor hasta caer a la sima más profunda con el 2-8. Koeman dio la primera Copa de Europa al club y Koeman será quien empiece a restituir el honor enterrado en Lisboa.

Compromiso con la selección

El héroe de Wembley renunció en enero por sentir el compromiso de seguir ligado a la selección holandesa, a la que llevó al subcampeonato de la primera edición de la Liga de las Naciones en el 2019 y a la que iba a dirigir a la Eurocopa cancelada del pasado mes de junio. El vínculo de Koeman continúa vigente; lo que no está nada claro es que las competiciones de selecciones vayan a reanudarse en septiembre por la asimétrica propagación del coronavirus.

La UEFA ha podido crear burbujas de seguridad para reanudar (y acabar) las competiciones de club iniciadas. Las dificultades se multiplican con los desplazamientos de selecciones y las propias convocatorias de los futbolistas internacionales, que pueden pertenecer a equipos diferentes y jugar en distintos países. Entre la posibilidad de pasarse un año en blanco y entrenar al Barça, una de las grandes ilusiones de su vida, predomina el color azulgrana.

Un representante del club barcelonista llamó la pasada semana al agente de Koeman para tantear de nuevo su fichaje. Al escuchar la predisposición, se reactivó el interés mutuo. El siguiente paso era la charla directa entre Bartomeu y Koeman. El problema coronario del técnico no iba a ser un obstáculo que frenara al exdefensa holandés.

Fue un susto, en palabras de Koeman, lo que experimentó el pasado 3 de mayo cuando tuvo que ser hospitalizado de urgencia tras una excursión en bici. Los médicos le practicaron un cateterismo para eliminar una obstrucción arterial. Al día siguiente volvía a casa y tres días después emitió un comunicado para expresar que se sentía "tan sano como un pez" y anunciando: "Volveré con fuerza tan pronto como la pelota ruede de nuevo".