Josep María Bartomeu, presidente del Fútbol Club Barcelona, ha reunido, de forma telemática, a los 13 directivos que le quedaban tras la dimisión de Emili Rousaud, Enrique Tombas, Silvio Elías, Josep Pont, Maria Teixidor y Jordi Calsamiglia, y, tal y como tenía previsto, ha remodelado la directiva con el fin de afrontar el año y pico que le queda de mandato ya que no tiene previsto ni dimitir ni convocar elecciones anticipadas, por más que insista la oposición. De momento, por lo visto en la junta telemática de hoy, Bartomeu se apaña, sobrevive y sale adelante con los 13 directivos que le quedan y, de momento, no recurre a 'fichaje' externo alguno para afrontar sus últimos retos.

Al margen de los nuevos nombramientos, es de destacar la querella que el Barça ha presentado contra Rousaud tras negar categóricamente, tal y como el ya exvicepresidente difundió en diversas emisoras de radio y medios de comunicación, que haya existido corrupción en el seno de la actual junta.

A propuesta de Bartomeu, la junta ha aprobado el nombramiento de Jordi Moix, como vicepresidente económico y patrimonial, que ocuparía, en principio, la plaza dejada vacante por Tombas y a Pau Vilanova, como vicepresidente institucional, en sustitución de Rousaud. Oriol Tomàs es vicepresidente del área comercial; Marta Plana, secretaria de la Junta Directiva; y David Bellver, el tesorero. Son muchos los que consideran que la proyección y el protagonismo que han adquirido, en este tramo final de mandato, directivos como Moix, Vilanova, Bellver y Tomàs, amigos personales del expresidente Sandro Rosell, le dan un acento 'rosellista' al último proyectos de 'Barto'.

Más cargos y nombramientos

Por otra parte, Javier Bordas será el directivo responsable del primer equipo de fútbol, mientras que Xavier Vilajoana ocupará del Barça B, del Juvenil, del fútbol formativo y del fútbol femenino. Los directivos responsables del Comité de Compliance serán la secretaria de la Junta, Marta Plana, y el tesorero, David Bellver, mientras que Joan Bladé, además de continuar como responsable de los equipos de baloncesto, será el responsable del Comité de Control y Transparencia.

Esta remodelación de la Junta Directiva, señala el comunicado de prensa difundido por el Barça, tiene como objetivo, ya no sólo fijar un nuevo plan para superar las consecuencias de la crisis sanitaria que estamos viviendo, sino también para culminar todas las acciones prioritarias correspondientes al programa de gobierno iniciado en 2010 y al Plan Estratégico 2015-2021. Se trata de retos muy exigentes, y de una trascendencia extraordinaria para el presente y para el futuro de la Entidad.

La Junta considera que ahora, más que nunca, es necesario, según sigue explicando el comunicado, que todo el mundo esté concentrado en estos retos y que, más allá del debate interno que siempre deberá existir en un órgano de gobierno colegiado, es imprescindible generar un consenso muy sólido a la hora de acordar todas las medidas que se deberán implementar durante todo este periodo.

Acción penal contra Rousaud

Ante las graves e infundadas acusaciones formuladas por el señor Emili Rousaud, ex vicepresidente institucional del Club, en varias entrevistas a medios de comunicación, señala la nota de prensa, la Junta Directiva niega categóricamente cualquier acción susceptible de ser calificada de corrupción y, en consecuencia, ha acordado interponer la correspondiente acción penal.

El FC Barcelona, prosigue el escrito, no puede tolerar acusaciones que perjudican gravemente la imagen de la institución. La acción penal que se interpondrá es en defensa de la honorabilidad del Club y de sus trabajadores. Por otra parte, estas manifestaciones se realizaron sabiendo de la existencia de una auditoría en curso que ha de poner el punto final a esta cuestión.

Esperando la auditoria

En este sentido, la Junta quiere subrayar que, a raíz de estas acusaciones, PriceWaterhouseCoopers (PWC), la compañía encargada de elaborar la auditoría sobre los servicios de monitorización de las redes sociales contratados por el Club, reiteró que sus trabajos todavía están en curso y, por lo tanto, sin ningún tipo de conclusiones provisionales ni definitivas.

PWC también ha manifestado, insiste el comunicado del clb azulgrana, que la auditoría no se ha podido completar porque la actual situación de Estado de Alarma como consecuencia del Covid-19 ha tenido un cierto impacto en el desarrollo de determinados procedimientos de análisis, en la medida que son procedimientos que se deben llevar a cabo de forma presencial, y que las diferentes líneas de investigación que han definido en su trabajo se han podido realizar con pleno acceso a toda la documentación y todas las fuentes de información solicitadas al Club.

La Junta considera que la gran virtud de la auditoría encargada a una empresa de gran prestigio como PWC es que habrá hecho un estudio total de todas las cuestiones relativas a estos servicios, que determinará la corrección, o no, de los servicios contratados y, sobre todo, que determinará la existencia, o no, de conductas individualmente determinables que hayan podido perjudicar el Club.

La Junta Directiva ha acordado que, una vez completada la auditoría, analizará el contenido y las conclusiones que se deriven, informará públicamente, y tomará las decisiones y adoptará las medidas que correspondan, en función de su resultado final.