El Barça desactivó ayer a la Bomba. No se sabe si con su complacencia o sin ella, satisfecho el jugador o no (se intuye que no), pero como mínimo con su consentimiento. Juan Carlos Navarro, leyenda viva del baloncesto azulgrana y español, quería seguir un año más como jugador en el equipo de Svetislav Pesic, pero ni el entrenador ni la estructura técnica veían con buenos ojos destinar una de la fichas de la plantilla 2018-19 a Juanqui, que el pasado mes de septiembre del 2017 firmó un contrato que le garantizaba seguir en el club durante 10 años.

En ese contrato se contemplaba que ambas partes debían consensuar en qué momento dejaba Navarro de ser jugador para pasar a formar parte de la estructura de la sección, que actualmente dirige Nacho Rodríguez. Después de unas interminables semanas de incertidumbre, de tira y afloja interno, el club anunció ayer oficialmente que Navarro daba este paso del parquet a los despachos. Un paso que se presume forzado, según todos los indicios. Más que retirarse, al escolta azulgrana lo han retirado. En los próximos días, cuando el jugador se manifieste en una anunciada rueda de prensa, se podrá intuir hasta qué punto el legendario escolta está de acuerdo con esta decisión o no; decisión que, de todas formas, ya es un hecho consumado.

Juan Carlos Navarro se retira. O lo retiran. El jugador estaba ayer ilocalizable y no tiene previsto regresar de inmediato de sus vacaciones, por lo que sus explicaciones se pueden dilatar. El club se adelantó a cualquier explicación del protagonista y anunció ayer el adiós en un comunicado en el que le definía como el jugador «mas importante y con más éxitos deportivos en la historia del básquet azulgrana». Es verdad, su historial no miente. Pero la intención de Navarro era jugar una última campaña, hasta los 39 años, antes de su retirada definitiva, como manifestó al final del último partido de la pasada temporada, mientras que el club le comunicó que contaba con él para otras facetas. La balanza se ha acabado decantando a favor de la institución.

Nacido en Sant Feliu de Llobregat el 13 de junio de 1980, Navarro ha sido jugador del primer equipo del Barça durante 20 temporadas (1997-2007 y 2008-2018), con un breve paréntesis en los Memphis Grizzlies de la NBA (2007-08), en las que ha conseguido un total de 35 títulos, lo que le convierte en el jugador con más éxitos deportivos de la sección. Con la camiseta blaugrana, la Bomba ha disputado 1.139 partidos, en los que ha alcanzado la cifra récord de 13.609 puntos. No es este su único récord de azulgrana, ya que también acumula varios en la Liga ACB, como el de más partidos jugados (560), más puntos anotados (7.353), más asistencias repartidas (1.361) y más triples convertidos (1.014), entre otros muchos récords conseguidos en la Euroliga y también con la selección española.

Con el Barça, Navarro tiene un listado casi inacabable de títulos, hasta 35 (Messi, por ejemplo, lleva 33 en fútbol), con 8 entorchados de Liga, 7 de Copa del Rey, 5 Supercopas de España, 12 Ligas Catalanas y, en el ámbito internacional, las dos únicas Euroligas que tiene el club azulgrana (2003 y 2010), y una Copa Korac.

CAMISETA RETIRADA / Su leyenda se extiende también a su participación en la selección española, en la que es el jugador con más partidos jugados (253) y el máximo anotador de triples. El impresionante palmarés internacional de Navarro incluye una medalla de oro en el Mundial de Japón 2006, dos platas y un bronce olímpicos (2008 y 2012, y 2016) y dos medallas de oro, dos de plata y dos de bronce en los Eurobásket.

El club anunció el último homenaje que se le realizará al jugador, que será la retirada de la camiseta con el número 11, que es el que ha lucido durante toda su trayectoria como azulgrana, ya que en la selección jugaba con el número 7. Será la quinta camiseta de baloncesto que se cuelgue en el techo del Palau Blaugrana, y quedará junto al 4 de Andrés Jiménez, el 7 de Nacho Solozábal, el 12 de Roberto Dueñas y el 15 de Juan Antonio San Epifanio, Epi.

«UNA PERSONA CLAVE» / El anuncio de su retirada provocó infinidad de reacciones en el mundo del baloncesto, como corresponde a una figura de su dimensión. Multitud de jugadores le manifestaron su respeto a través de las redes sociales. También lo hizo el Basket Zaragoza con un tweet: «Pese a nuestras innumerables muertes por bomba, ha sido un honor y un privilegio compartir la cancha contigo. ¡Gracias por todo, Leyenda!» Por su parte, el presidente de la federación española, su excompañero en la selección Jorge Garbajosa, aseguró: «La retirada de todo gran jugador es siempre un motivo de tristeza, pero la de Navarro provoca muchísimos sentimientos más porque no solo es un gran jugador sino una persona clave en la historia del baloncesto español».