El Barcelona recibe al Celta (20.00) en un momento de éxtasis, después de resurgir de las cenizas cuando todo lo tenía en contra y recuperar sus opciones al título con un golpe de autoridad ante al Real Madrid aunque sigue siendo dependiente. Para el partido, en el que el extécnico y exjugador Luis Enrique regresará el Camp Nou, Xavi Hernández descansará y Carles Puyol seguirá una jornada más completando la recuperación de un problema en la rodilla. En el lugar de Xavi, Martino ha convocado a Cristian Tello. El centro del campo, sin Xavi, experimentará un cambio importante, en el que Iniesta será la pieza básica, a la espera de si el técnico se decide por Cesc o por Sergi Roberto.

Será la primera vez que el entrenador asturiano regrese al Camp Nou al frente del equipo visitante. Pero el choque también será especial para el defensa central Andreu Fontás, que mañana podría actuar como pivote defensivo, y el centrocampista Nolito, futbolistas que también llegaron a debutar con el primer equipo del Barcelona. Quien no estará en el Camp Nou es el centrocampista Rafinha, el futbolista más desequilibrante del Celta y al que Martino auguró hace un par de semanas un gran futuro en el primer equipo del Barça cuando regrese en verano al acabar su cesión en Vigo.

El técnico azulgrana volvió a hablar de su futuro. "Yo siempre cumplo con mis contratos. No hago nada de lo que no diga el contrato. Es cierto lo que ha dicho el presidente. Yo no tengo que garantizar nada (cumplir el contrato), sino trabajar para el Barcelona y alcanzar títulos. Me preocupa poco el año que viene, quedando 50 días en los que se decidirá todo. No estoy dejando ninguna incógnita".

Bartomeu, presidente del Barça desde el mes de enero, lidera el proyecto que comprende la vasta y profunda remodelación de las instalaciones del Barça, con el eje capital de la reforma del Camp Nou, la construcción de un nuevo palau Blaugrana, un pabellón anexo, el nuevo Mini Estadi y edificios para la actividad diaria del club. El coste son 600 millones, sin merma de lo que pueda necesitar el primer equipo en fichajes. Incluso si son 120 millones anuales, cada verano. El plan de negocio establece que la mitad (60 millones) se destinan a eliminar deuda y la otra mitad, a refuerzos.