El Barcelona no pudo superar el cerrojazo del Getafe, que planteó un partido espeso y romo que no pudo superar el cuadro azulgrana, ahora más lejos del Real Madrid, a cuatro puntos, tras empatar (0-0) en el Coliseum Alfonso Pérez.

El conjunto de Cosmin Contra planteó un choque difícil de jugar. No dejó espacios, se atrevió en ataque lo justo y apenas cedió oportunidades a un rival incapaz de generarlas durante casi todos los tramos del encuentro. En toda la primera parte, los hombres de Luis Enrique solo dispararon una vez entre los tres palos, por medio de Messi, que vio como Vicente Guaita acertaba a despejar la pelota.

Perdido en pases obvios, sin profundidad y con pocas ideas, el Barcelona no hizo nada para merecer un gol antes del descanso. En parte fue por su culpa, pero también algo tuvo que ver el Getafe, que no dio opciones a nada e incluso dispuso de alguna contra muy peligrosa. En la jugada más peligrosa de todo el primer acto, la única que mereció acabar en gol. Lafita arrancó desde la izquierda, se fue en velocidad de Alves, luego le regateó con suma facilidad y su trallazo desde fuera del área lo salvó Bravo con un guante casi imposible.

El Getafe pudo marcharse al vestuario con ventaja en el marcador. Bravo lo evitó y dio una oportunidad a sus compañeros de meditar en el vestuario sobre una primera parte desastrosa. Y lo hicieron. Pero no mucho, porque el Getafe casi nunca abrió sus puertas. Bajó su intensidad, pero su cerrojazo se mantuvo intacto. El Barcelona combinó mucho mejor, sobre todo tras la salida de Iniesta, y se hizo dueño total del partido. Pero, sin embargo, las oportunidades, de jugada no llegaron.

Parecía que al equipo de Luis Enrique solo le iba a salvar una jugada a balón parado. Se encomendaron a Messi, desaparecido en combate durante casi todo el partido, y el argentino respondió con dos faltas que golpearon en el palo de la portería de Guaita. Una de ellas, espectacular, dio en la escuadra.

Los últimos diez minutos fueron un asedio barcelonista. Pero el gol no llegó y el Barcelona, atrapado en la tela de araña de su rival, cedió dos puntos que pueden valer oro a final de temporada. Pudieron ser tres si el árbitro no hubiera pitado el final cuando Álvaro Vázquez encaraba a Claudio Bravo. Acción que el público protestó con fuerza.