La vida es de color de rosa en el Barça. Y es rosa porque los resultados son verdes, positivos; los rojos, los de las dos derrotas ante el Madrid, han perdido intensidad. El equipo ha encadenado siete victorias consecutivas (seis en la Liga y una en la Champions, a la Juventus) que Ernesto Valverde espera ampliar ante el colíder del grupo (el Sporting venció por 2-3 en el campo del Olympiacos), para que ese clima de paz y felicidad que se respira en el Barça no se trunque.

«El fútbol funciona por los resultados. Si ganas, todo es de color de rosa. Si ganamos al Sporting, todo seguirá siendo rosa y si no, cambiará el color», explicó Valverde, que no abandona el pragmatismo ni por un momento, consciente de que el ambiente azulgrana, tan visceral y mutante, se turbia de una semana a otra.

El Sporting está tan cerca que comparte el liderato. Y emocionalmente también lo está. Jorge Jesus, su entrenador, es un devoto del juego posicional del Barça, «el mejor del mundo». «Todo el mundo sabe que mis primeros pasos como entrenador los di pasando un mes en Barcelona junto a mi gran ídolo», recordó, en alusión de Johan Cruyff. «Todos los entrenadores posteriores han dado su toque personal, pero ninguno escapó de esa idea», añadió.

Como Valverde, aunque ya sabía que debía seguir por ese camino marcado. Las referencias más recientes indican que Guardiola y Luis Enrique, en sus primeras campañas, no solo conquistaron la Champions, sino que lograron el triplete. «Me contento con ganar el partido de mañana y no miro más allá. Antes el objetivo era ganar un título, ahora se habla de tripletes y sextetes con una ligereza...», replicó Valverde sin disimular una cierta incomodidad.

Jorge Jesus tiene mucha menos presión pese a que el Sporting no conquista la Liga desde el 2002. Ni siquiera es favorito en el grupo de la Champions por la presencia del Barça y la Juventus. No le importa al técnico lisboeta, aunque la excelente trayectoria del equipo en la Liga y el triunfo de Atenas le inyecta optimismo. Valverde elogió la capacidad del once luso de poder jugar tanto al ataque con posesiones largas como al contraataque.

Dos opciones de intimidar como dos son las de frenar a Messi. Pablo Machín, el técnico del Girona, recuperó la moda del marcaje individual. «No es fácil pararle porque es un extraterrestre», reconoció Jesús, sin querer desvelar si recurrirá al mismo método que su colega. Siendo compatriota de Cristiano Ronaldo, le atribuyó la misma condición inhumana, pero estableció una diferencia entre ambos. «Es más fácil hacer un marcaje a Cristiano porque se mueve en una zona más referencial, y Messi se mueve mucho por otros sectores», analizó el técnico local. Si el Sporting apostara por un marcaje individual, el elegido no sería Mathieu, quien insistió en que no guarda ninguna mala relación con sus excompañeros.