La cuesta abajo del Real Zaragoza es especialmente alarmante en la segunda vuelta. Consideraciones aparte sobre el fútbol del equipo, conceptos que hace tiempo se ven lejanos en este club, los resultados son inapelables y describen una tendencia descendente. En barrena. Una única victoria en los diez partidos de la segunda ronda, siete puntos de treinta posibles, siete goles en diez encuentros, catorce en contra son el pobre bagaje de la plantilla, hasta hace una semana dirigida por Paco Herrera, ahora en manos de Víctor Muñoz.

Más gráfica aún resulta la caída en la clasificación. Mal que bien, desde luego sin enamorar con su juego, el Real Zaragoza completó la primera vuelta cumpliendo mínimamente con su objetivo: cuarto clasificado, en puesto de promoción de ascenso. Con 32 puntos en los primeros 21 partidos se encontraba empatado con el tercero, el Eibar hoy líder, a cuatro del primer clasificado, entonces el Deportivo. Diez jornadas después el equipo es decimocuarto con 39 puntos, solo dos por encima de los puestos de descenso a Segunda B, a cinco de la promoción y a quince de la cabeza, a catorce del ascenso directo. El equipo aguantó en los puestos de promoción hasta finales de febrero pero lleva cinco jornadas fuera y cada vez más lejos.

En esta segunda vuelta el Real Zaragoza solo ha ganado un encuentro, el de Miranda de Ebro con aquel cabezazo de Roger en la vigesimotercera jornada, lo que supone que el equipo aragonés no canta la victoria desde enero, ya va para dos meses. Además, ha sumado cuatro empates ante Hércules, Tenerife y Recreativo fuera y contra el Mallorca en La Romareda. Lo del estadio municipal es otro drama, tres derrotas en cinco partidos de la segunda vuelta, dos meses cumplidos sin sumar los tres puntos de una tacada.

El equipo aragonés ha caído contra rivales directos e indirectos, de arriba y de abajo, pero, sobre todo, ha caído en la clasificación hasta el punto de que la palabra permanencia empieza a aparecer en el discurso. Desde luego, urge frenar ese descenso en la tabla, lo que solo puede conseguirse a través de buenos resultados. Por el camino actual el Zaragoza cae en barrena.