La primera parrilla de un Gran Premio de China de F-1 (07.30 horas, Tele-5) estará encabezada, cómo no, por un Ferrari. Pero, curiosamente, será el del brasileño Rubens Barrichello (1.34.012 minutos), que, tras ganar en el veloz tramado italiano de Monza, parece dispuesto en la recta final de la temporada a demostrar que podría ser un digno sustituto del invencible Michael Schumacher. Lo más curioso de la carrera histórica de Shanghai es que también un Ferrari ocupará la última posición de la parrilla ya que Schumi , en sus ansias de seguir siendo el mejor, sufrió un trompo en su vuelta de calificación y regresó a los boxes con el peor tiempo de todos. Fernando Alonso (Renault, 1.34.917) consiguió el quinto mejor tiempo y liderará la tercera línea de salida.

"Nadie sabe qué ocurrirá en carrera, ya que se trata de un trazado nuevo, largo, complicado, con asfalto por estrenar y en el que, no sólo son posibles varias trazadas en cada curva, sino que incluso es posible hacer varias estrategias en carrera". La frase es de Rubinho pero coincide con la opinión de todos los pilotos. "Sea como sea la carrera, es muy importante conseguir arrancar bien y, como siempre, situarte en el grupo de cabeza en las primeras vueltas", sentencia Alonso, que ayer ya ganó su primera batalla al derrotar por cuatro décimas de segundo a su nuevo compañero de escuderia, el canadiense Jacques Villeneuve (Renault, 1.35.384).