El Barça cree que ha obrado bien y se siente "injustamente tratado". El castigo de la FIFA es "desproporcionado" y supone un ejemplo más de una trama que pretende "hacer daño" a la entidad porque "está liderando el fútbol mundial" durante los últimos años. Pero los planteamientos deportivos y filosóficos no cambian. "La masia no se toca". Ese es el posicionamiento del Barça, expresado por su presidente, Josep Maria Bartomeu, a la grave sanción de la FIFA, que impide al club inscribir jugadores en los dos próximos mercados de fichajes (el de verano y el de invierno) y le impone una multa por haber violado el artículo 19 que trata de la protección de menores en las transferencias futbolísticas.

El Barça recurrirá al Comité de Apelación, y si es necesario al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), para poder acudir al mercado de fichajes. "Pediremos medidas cautelares. No hay un plan B. No nos preocupa la próxima campaña, nuestra planificación no cambia", dijo Bartomeu, que hizo una exposición cronológica de un proceso que se inició el 5 de febrero del 2013 cuando la FIFA reclamó información sobre la inscripción del futbolista surcoreano Lee Sung Woo tras recibir una denuncia anónima sobre la presunta ilegalidad del fichaje. Desde entonces, y hasta diciembre, la FIFA reclamó datos de 37 menores fichados por el Barça. Nueve casos han sido considerados irregulares.

"Es muy extraño que una sanción abusiva, exagerada, se decida el 28 de noviembre y no la comuniquen hasta el 2 de abril, cuatro meses y cinco días después", observó Bartomeu. En diciembre, durante el Mundial de Clubs de la FIFA, dio una conferencia en Marrakech sobre la problemática en torno a los menores y nadie le dijo nada del castigo. Bartomeu aseguró que el secretario general de la FIFA desconocía los motivos del retraso en la comunicación.

Pero desde febrero a noviembre hay un cruce de comunicados y cartas de la FIFA y el Barça por las presuntas irregularidades cometidas por el club al contratar niños extracomunitarios menores de 18 años, lo que está prohibido por el artículo 19 de la normativa del Estatuto de los Jugadores. "Estamos de acuerdo con la norma, y queremos que clubs como el Barça sean una excepción", alegó ayer Bartomeu, que repitió esa petición en Marruecos después de que ya lo hubiera hecho por carta Sandro Rosell el año pasado. La FIFA nunca concedió esa prerrogativa a la entidad azulgrana.

A través de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), también multada (410.000 euros), fueron retiradas paulatinamente las fichas federativas de los niños que no reunían las condiciones reglamentarias exigidas. El Barça creyó que, así, alineando solo a los jóvenes afectados en torneos amistosos, cumplía con la FIFA. Hasta que el miércoles recibió los 70 folios del dictamen que erosionaban la imagen internacional del club. Las líneas más dolorosas eran dos: la prohibición de fichar en dos procesos de fichajes y los 370.000 euros de multa.

El Barça ha designado ya a dos abogados especializados para presentar las apelaciones. Se trata de Juan de Dios Crespo y José Juan Pintó, especialistas en derecho deportivo. Por otro lado, dispone de 90 días para regularizar la situación de los nueve niños. "Los padres quieren que sigan aquí porque no recibirán mejor educación que en La masia", explicó Bartomeu, que defendió la inocencia del Barça argumentando que La masia es un centro de referencia mundial en la formación y educación de jóvenes desde "hace 35 años", factores, a juicio del club, acreditativos para recibir un trato distinto. "Tenemos 278 niños de 18 países diferentes".