En apenas mes y medio Marc Bartra pasó del miedo y la desgracia a la enorme alegría por lograr su primer título en Alemania. Del hospital tras sufrir un accidente en el atentando contra el autobús del Borussia de Dortmund el pasado 21 de abril a levantar el título de Copa con el equipo amarillo, un carrusel de emociones que el excentral azulgrana explicó en el programa El Hormiguero y en una entrevista con Sport Bild. «Noté una onda expansiva que venía de un lado, después un gran dolor en el brazo. Mis oídos pitaban. En realidad ya solo oía los pitidos y los gritos sordos de Roman (Bürki), Nuri (Sahin) y Schmelle (Marcel Schmelzer). Gritaban: ‘Marc, al suelo, échate’. Al principio estaba como paralizado. De mi brazo goteaba sangre. La mano me colgaba», relata el internacional, que logró echarse en el suelo. El exazulgrana recuerda como un «calor impresionante» se extendió por todo su cuerpo. «Tenía que llorar y estaba a poco de perder la consciencia. Entonces ya llegó nuestra fisioterapeuta Swantje. Me daba bofetadas una y otra vez y gritaba constantemente que no me durmiera, que igual no me despertaba, me echaba agua en la cara y yo solo pensaba en mi hija», dijo emocionado. En El Hormiguero llegó a decir que no le importaba lo que le pasara a su brazo. «Me daba igual si me lo tenían que cortar o no», explicó.