El grupo con capital alemán que encabeza Javier Láinez está negociando la incorporación de Nayim para que ocupe un puesto importante, quizá el de director general con el propio Láinez como presidente, en el Zaragoza si consigue comprar el paquete accionarial de Agapito Iglesias. El exjugador, autor del gol más importante en la historia del equipo aragonés, el que dio la Recopa en 1995, estuvo negociando ayer en Zaragoza con el empresario alemán, afincado en Barcelona, interesado en entrar en la entidad zaragocista. Nayim, que ya había hablado con anterioridad con él, escuchó la propuesta y de momento se muestra dispuesto a aceptarla siempre que el proyecto implique una seriedad y una garantía de futuro, una impresión que sí se pudo llevar del cónclave.

A Nayim, que viajó ayer a Zaragoza por esa reunión, le gusta esa propuesta, pero el gran problema es que el grupo con capital alemán no es el favorito para hacerse con el paquete accionarial de Agapito Iglesias, que tiene muy avanzada la negociación con la oferta de los empresarios aragoneses que encabeza Mariano Casasnovas. Aun así, este empresario alemán, que no llevaría fondos propios sino que representaría a un fondo inversor establecido en este país, no tira la toalla y desde hace bastantes días trata de llegar a un acuerdo con Javier Bazaco, hombre de confianza de Agapito. En los términos económicos no hay problema y el acuerdo, con el aval monetario para que el Zaragoza pueda afrontar los pagos más inminentes, es muy factible.

El problema está en las condiciones. Mientras el grupo de Casasnovas permite que Cuartero y Checa sigan en el club y que Agapito se quede el 1% de las acciones, en la opción alemana se quiere romper cualquier herencia del pasado y, en principio, los dos ejecutivos de confianza del soriano en la entidad no continuarían si al final el proceso de venta acaba en la vía que está representada por Láinez. Nayim siempre ha gozado de muchísimo predicamento dentro de la afición zaragocista. No solo por aquel gol histórico, también por su carisma. De hecho, ese cariño ya quedó de manifiesto en su etapa como segundo entrenador junto a José Aurelio Gay, desde finales de diciembre del 2009 hasta noviembre del 2010.

EL SUEÑO DE POYET La otra gran baza de este empresario alemán sería Gustavo Poyet, aunque se trata de una idea imposible en la práctica de llevar a cabo. Y es que el exfutbolista, que siempre ha reconocido su deseo de entrenar algún día al Zaragoza, tiene un año más de contrato con el Sunderland, que va a ponerle encima de la mesa una renovación más que merecida después de que haya logrado la permanencia en la Premier.