Gran parte del éxito del modesto pero respondón Girona reside en el momento de su portero, Isaac Becerra, el guardameta más seguro de Segunda. Lo ha jugado todo y en 16 jornadas ha recibido tan solo 13 goles. A sus 26 años ha hecho camino en el fútbol, pero en la mayoría de las ocasiones por carreteras secundarias. De Badalona, como Xavi Aguado, fue campeón de Europa con la selección española sub-19 en 2007 para después comenzar un viaje sin parada aún en Primera salvo en su breve aventura con el Panionios griego.

Bautizado en las categorías inferiores del Barcelona, Espanyol B, Castilla y desde 2012 Girona han sido sus hogares comunes. Encuentros, sin embargo ha disputado pocos. El año pasado salió de la sombra con 41 partidos, una cifra que supera con creces su mejor registro hasta entonces: los 12 que jugó con el filial del Espanyol de Segunda B. Esta temporada ha explotado como una bomba de relojería. En ocho citas ha dejado su portería inmaculada y solo el Betis le marcado más de dos goles.

Becerra es pura dinamita, un portero de reaciones felinas, quizás muy adornado en alguna de sus intervenciones. Le gusta volar antes que bloquear, entretenerse con lo sobrenatural, fiarse al cien por cien de unos enormes reflejos. El Real Zaragoza tendrá frente a sí a Pitbull. Asi le llaman a este singular cancerbero que se gusta en el espectáculo de la mayor de las dificultades.