Ruth Beitia y Borja Vivas, los dos capitanes del equipo español en los Mundiales en pista cubierta de Sopot (Polonia), han corrido este viernes muy distinta suerte en la jornada de apertura: la cántabra ha pasado a la final de altura de este sábado sin un solo fallo y el malagueño se ha quedado a siete centímetros de la final de peso.

Beitia necesitaba saltar 1,95 metros o terminar entre las ocho mejores para acceder a la final. "No creo que tenga problemas", había dicho, y así ha ocurrido. Ha renunciado a la primera altura (1,79) para empezar, como la favorita, la croata Blanka Vlasic, en 1,84. Ambas han pasado a la primera, igual que las otras 13 que lo han intentado. Tampoco ha tenido Beitia problemas con el listón en 1,88 ni en 1,92 ni, finalmente, en 1,95. Ha sido la primera que ha superado la marca de clasificación automática.

20,19, insuficiente

Borja Vivas lo tenía más difícil. Para clasificarse tenía que mejorar en 19 centímetros su marca personal (20,51), aunque le bastaba con terminar entre los ocho mejores. Se ha estrenado con un tiro de 19,65 metros, mientras el estadounidense Ryan Whiting, defensor de título, conseguía el pase automático con cinco centímetros de propdina (20,75).

El malagueño ha progresado en el segundo turno hasta los 20,19, una marca que le situaba séptimo, y ha cerrado la sesión con 19,73. Tocaba sufrir hasta que terminaran todos, confiando en que no le superase más de uno, pero al final ha resultado insuficiente, le han faltado siete centímetros para el octavo puesto. Como hace dos años en Estambul, donde lanzó 18,94, no estará en la final de peso.

En primer español eliminado había sido, unos minutos antes, el madrileño Mark Ujakpor. Salió en la quinta y última serie de 400, escuchó la campana tercero y cedió una plaza en el último giro para terminar cuarto con 47.16 en la serie más rápida, ganada por el bahamés Chris Brown en 45.94.