Ruth Beitia vive de la mejor prórroga dada a su trayectoria deportiva. Un tiempo añadido culminado ayer en oro, en super oro, en su segundo título consecutivo en los Europeos. A los 35 años, sin saber todavía cuándo ñel cuerpo dirá basta", la cántabra volvió a coronarse reina continental en las alturas, con la mejor marca del año (2,01 metros) y tal como dijo desde Zúrich ñcon una de las mejores actuaciones de mi vida".

En Londres, hace dos años, tras los Juegos Olímpicos, aseguró que lo dejaba, que ya había llegado a una edad suficiente para seguir con el esfuerzo diario del entrenamiento, los viajes y la competición. Pero al llegar a Cantabria se lo repensó. Y decidió seguir, para fortuna de un atletismo español, más bien necesitado de medallas. La sexta en el campeonato se la colgó ayer Beitia, poco después de que Diana Martín, con una carrera agresiva y sin complejos, diera una sorpresa agradable pero justa por su actuación, con un bronce en los 3.000 metros obstáculos.

Beitia sabía que era la favorita, pero su concurso no empezó como le habría gustado. Quizá fueron los nervios. O quizás una posición no demasiada buena la que le llevó a un primer nulo, con el listón en 1,90. ñEl fallo fue esa inyección que a veces se necesita para no confiarse. Tenía problemas de espacio. Me tuve que echar un poquito para atrás, y a partir de ahí todo fue bien". Sin embargo, llegó otro nulo con el listón situado en 1,99 metros, que la apartó momentáneamente, solo momentáneamente, del podio de Zúrich.

Pero nada podía frenarla, nada podía impedir que siguiera con su particular vuelo de oro, porque con el 2,01, luego decisivo, ella se quedó sola, sin rivales, todas eliminadas, todas a contemplar los intentos que Ruth realizaba, en este caso sin éxito, sobre los 2,03, lo que le habría supuesto su mejor marca y récord de España. Al tercer nulo, en vez de lamentarse, Beitia brincó y se fue feliz a abrazarse con Ramón Torralbo, su entrenador, a recoger la bandera española y a celebrar un oro de altura.

"Llegará el día en el que el cuerpo diga 'hasta aquí has llegado', pero mientras no suceda, me tendréis aquí. Yo sigo con muchísima ilusión. 2,03 es una altura que puedo saltar. He hecho unos buenos intentos y al tercero es cuando ha llegado la explosión". La actuación española se cerró con 22 finalistas. Ayer destacaron también Javi Guerra (maratón) y Eusebio Cáceres (longitud), ambos cuartos.