Como si nada hubiera sucedido el día anterior, como si no tuviera ya una medalla de oro colgada del cuello (en los 200 mariposa), Mireia Belmonte ha saltado de nuevo este viernes a la piscina del Duna Arena de Budapest para meterse en una nueva final de los Mundiales. Regulando bien sus fuerzas, como es costumbre en ella, la nadadora catalana ha hecho lo necesario para entrar en la carrera decisiva de los 800 metros libre, en la que nadará en la calle número 6.

Belmonte ha sido tercera en la última serie con 8.24.98, su mejor marca de la temporada, tras dejar marchar a la estadounidense Katie Ledecky (8.20.24) y condescender con la escapada china Bingjie Li (8.22.92), a la que ha permitido ser segunda. La ganadora de la serie anterior, la estadounidense Leah Smith (8.21.19) partirá este viernes con la segunda mejor marca, en una final en la que Ledecky parece tener el oro asegurado y la plata está muy al alcance de Belmonte, en una distancia en la que la nadadora catalana ya fue subcampeona olímpica en Londres 2012.

La otra española participante en la distancia, la joven Jimena Pérez, se ha quedado fuera de la final al obtener solo el 18º tiempo, con 8.41.41.

La jornada matinal del viernes ha deparado también la clasificación de una compañera de entrenamientos de Belmonte, África Zamorano, para las semifinales de la tarde de los 200 espalda, a la que accede con la 10º mejor marca (2.09.70). Por la tarde también se disputará la final de los 200 braza, con Jessica Vall aspirante al menos al bronce que ya consiguió en su Mundial anterior, en Kazán 2015.