Los mismos que subieron a Benasque para el tradicional stage de pretemporada de la Sociedad Deportiva Huesca han acabado bajando a la capital oscense. Después de nueve días, trece entrenamientos, un amistoso que concluyó con victoria por 2-0 frente al Ejea y actividades como kayak o rafting, en el equipo azulgrana no ha habido ninguna novedad en cuanto a entradas y salidas. Eso no quiere decir que no se esté trabajando, pero de momento la plantilla sigue la siendo la misma.

Manolo Torres, consejero delegado del Huesca, lanzó el domingo un mensaje de tranquilidad y afirmó que «todo se está cocinando y la situación del mercado es la que es, no solo respecto a nosotros sino a la globalidad de Segunda, con la peculiaridad de que somos un recién descendido y, en un cambio de categoría, con nuevas necesidades, también cuesta más hacer el equipo».

Míchel, el lunes, sin embargo, sí que se mostró algo más impaciente: «Veo que se está trabajando, pero necesitamos más competencia dentro de la plantilla y que se incorporen cuanto antes porque quedan tres semanas de trabajo antes de competir. No estamos satisfechos con el tiempo que falta para que llegue un amplio número de jugadores», afirmó el técnico.

El próximo en firmar, si nada se tuerce, será el delantero argentino Franco Troyansky, procedente del Atlético Unión de Santa Fe. La situación de Jaime Seoane sigue paralizada, aunque en principio no corre peligro su llegada. De todos modos, faltan muchos futbolistas por llegar y también se les están escapando al Huesca.

En el puesto de central solamente está Jorge Pulido a día de hoy y se han escapado las opciones de Marc Valiente, que jugará en el Sporting de Gijón, y de Alejandro Arribas, que ayer fue confirmado como nuevo futbolista del Real Oviedo. Marcelo Silva sigue en la recámara.

LO QUE FALTA

Para la portería, a falta de saber qué sucederá con Jovanovic, el Huesca cuenta con Álvaro Fernández, ya que Valera y Bardají apuntan a salir. Los laterales están bien cubiertos con Miguelón, Pedro López, Galán y Luisinho, pero el eje de la zaga está muy mermado.

Falta gente en el medio ya que están Damián Musto, Mikel Rico y Eugeni Valderrama, lo mismo que en los extremos. Para la banda se trajo a Joaquín Muñoz y siguen Gallar y Ferreiro, pero resta por llegar, al menos, un jugador más para ese puesto y también para la mediapunta.

Otro puesto con grandes problemas es el de delantero centro. Dani Escriche es el único integrante de una de las posiciones más importantes que deberá reforzar el cuadro altoaragonés. Queda mucho trabajo y el tiempo apremia en las oficinas.