El pasado fin de semana sucedió algo histórico. Seis atletas aragoneses conseguían el Nacional juvenil en Valencia en pista cubierta. Los oros fueron para Mario Revenga en vallas, Laura Pintiel en 60, Teresa Santolaria en altura, Salma Paralluelo en 200, Mireya Arnedillo en 1.500 y Natalia Sainz en peso. Las platas fueron para Pol Oriach en 3.000 y Nerea Supervía en 400. Cuatro pertenecen al Hinaco Monzón y los otros al colegio Enrique de Osso, el Intec Zoiti, el Zénit y el Alcampo Scorpio. Octavio Cotaina, el entrenador de Natalia Sainz, la ganadora del peso lleva más de 40 años vinculado con el atletismo aragonés. Primero como lanzador de jabalina y después como entrenador. «Hay una hornada juvenil de atletas buenísimos. Nunca había visto gente tan buena de la misma época». El director técnico del Enrique de Osso tiene claro que esto «es una casualidad. Estos atletas no salen todos los años por mucha captación de atletas que haya por todos los lados», indica.

Félix Laguna, el técnico de Salma Paralluelo, lleva más de 30 años llevando a jóvenes deportistas. «Nadie, ni los clubs, ni los entrenadores o la territorial han hecho nada especial para tener tal amalgama de buenos atletas. Pero hace años estábamos seis entrenadores y ahora hay una veintena. Cada uno es de un sitio». Recuerda que hace años varios de sus atletas se llevaron metal en juvenil. «Estaba Aitor Martín, Guillermo González, David Hernández, Cristian Morán, Elena Marquina, Shawnee Johnson... Pero lo de Valencia son seis medallas de oro y cinco de mujeres», explica el veterano técnico del Alcampo Scorpio, que confiesa que lo de Paralluelo «es un pasada que una juvenil en España corra el 400 en 53.83. Y tan solo realizando 14 o 15 sesiones este invierno. Salma es una adelantada. Y sin quemar etapas. No tiene talento porque entrene mucho», dice Laguna.

El año pasado logró un hito el Hinaco Monzón. Cinco de sus atletas compitieron en los Europeos juveniles de Hungría y Pol Oriach se llevó la plata en obstáculos. Esta vez se llevaron el oro en Valencia Laura Pintiel y Mario Revenga. Su entrenador es Ricardo Verdugo. «Esta coincidencia puede ser un accidente. Pero algo se estará haciendo bien cuando hay aragoneses en puestos de finalista en todas las disciplinas. Eso sorprende y llama la atención y desde la quinta del 95 no se veía con Elisa Cortés o María Luzón». Ahora el reto es que sigan haciendo atletismo de mayores. «De la cantidad se saca la calidad y no creo que se estén quemando etapas. Pero lo veremos más adelante. Gustavo Adolfo Bécquer, el director técnico de la territorial, es un buen nexo de unión con los entrenadores», indica.

Jesús Romero prepara a Mireya Arnedillo, campeona de España de 1.500 y plusmarquista nacional de 600 lisos con 1.30. «Ahora hay muy buenos chavales y en muy buenas manos. Hay que tener paciencia con ellos, dejarlos crecer, que no tengan presión exterior y darán grandes alegrías al atletismo nacional. A pesar de las pocas ayudas en Aragón, con el trabajo y la ilusión se forjarán grandes atletas». Arnedillo ha pasado momentos difíciles este invierno por una lesión en su pie. «Ha tenido mucha paciencia y mucho talento. Hemos seleccionado mucho donde correr para llegar al Nacional bajo techo competitiva», dice Romero.

Teresa Santolaria es un producto de la cantera del Intec Zoiti de Huesca. Se inició hace nueve años en Atletismo Divertido y el domingo ganó el oro en la altura. «Que ganara no entraba en los pronósticos. Era posible, pero difícil, pero sabe muy bien», dice el técnico Dani Durán. Hizo la final del 200 en medio del concurso de altura. «Ganó gracias a que no hizo ningún nulo hasta el 1,74. Es una velocista-saltadora, es muy trabajadora y no falla nunca. Es una joya de atleta». Hace una reflexión final. «El atletismo sube en calidad y cantidad. Alguna culpa tendremos los entrenadores. Si no hay entrenador no hay atleta y viceversa. La historia es que sigan. El camino es bueno, pero tienen que seguir y eso es complicado», cierra.