El Real Madrid encarriló los cuartos de final de Copa ante el Espanyol en Cornellá con un gol de Benzema en el minuto 26, aunque, tras resistir una avalancha de ocasiones en la primera parte, los blanquiazules mejoraron y ambos equipos pudieron cambiar el resultado del duelo. Los dos porteros tuvieron que lucirse. Kiko Casilla, por parte catalana, aguantó varios uno contra uno de Di María y Benzema, mientras que Casillas tuvo que enfrentarse a un inspirado Sergio García y salvar el empate en el 83 frente a Jhon Córdoba. El 0-1 oxigena a los de Ancelotti, pero no sentencia los cuartos.

El primer aviso lo dio el Madrid a los cuatro minutos. Ronaldo retó a Sidnei a un uno contra uno, descubrió un espacio y probó el disparo cruzado. Su tiro acabó fuera. La presión era del bloque de Ancelotti y los de Aguirre, que volvía a los banquillos tras cuatro partidos de sanción, esperaban a la contra. Con este planteamiento, Sergio García creó la mejor ocasión para el Espanyol en el minuto 17. El capitán, tras un pase de Lanzarote, regateó a sus defensores por la banda derecha y puso un balón perfecto a Pizzi en el punto de penalti. El portugués, con tiempo para encarar y chutar, envió la pelota por encima del larguero. En el minuto 26, sin embargo, Arbeloa puso un centro que tocó Bale y remató de cabeza Benzema.

La pelota botó y acabó dibujando una parábola imposible para el portero catalán permitiendo el 0-1 del Madrid. La segunda mitad arrancó con el mismo escenario, con el Madrid empujando al Espanyol a su área y los de Aguirre intentando sorprender a la contra. En cualquier caso, el mayor argumento ofensivo de los pericos era Sergio García. El delantero dispuso de dos ocasiones casi consecutivas en las que dejó sentados a los centrales del Madrid. Falló su puntería, aunque su atrevimiento cambió el tono del encuentro. En el 83, Jhon Córdoba controló a la perfección un pase de Sergio García a la espalda de los defensas, y encaró al portero madridista. El balón se estrelló contra Iker. La vuelta, el martes.