Acabado el partido, y ya lejos de las cámaras, Ernesto Valverde y Pablo Machín charlaban tranquilamente. Afuera, el marcador electrónico aún registraba el rotundo 6-1 para el Barça que saludaba con alegría la llegada de los cuatro delanteros: Messi, Suárez, Dembélé y Coutinho coincidieron juntos en el once por primera vez. Empezaron y acabaron la noche en que el 10 se reinventó. ¡Una vez más! Ya se ha perdido la cuenta. «Nos encontramos a un Barça voraz, quizá ese gol de Portu ha despertado a la bestia», dijo resignado Machín, quien había conseguido domarla en Montilivi a su manera, con el marcaje individual de Maffeo sobre Leo.

Pero en el Camp Nou la bestia se desató, transformándose en un huracán y firmando otra actuación de museo donde dejó, aunque parezca mentira, detalles inéditos. Nuevos matices para un ser extraterrestre que no envejece. De todo eso le hablaba Valverde a Machín. No hace tantos meses, el Txingurri estaba, como siempre recuerda, en «el otro lado». O sea, sufriendo a Leo. Ahora, en cambio, lo disfruta. «Le he dicho: ‘Pablo, no te preocupes porque yo también he sido rival y he venido aquí y sé lo qué es. Coge Messi el balón y no sabes ni qué hacer’. ¡Es que es así! ¿Qué haces?». Así sucedió, sin ir más lejos, el sábado.

A Messi, tras el gol de Portu, se le vio tan enfadado que agitó al Barça en un escenario nuevo. Nunca había jugado con Dembélé y Coutinho a la vez. Eso sí, el Barça apenas ha marcado el 4% de sus goles desde fuera del área. Cinco de 98. Se cuentan rápido: cuatro de Messi (tres de falta directa) y el de Coutinho el sábado. El porcentaje ha descendido respecto a la pasada campaña, cuando con Luis Enrique anotó 22 de los 171 goles (12,8%) desde fuera del área. «Ambos (Dembélé y Coutinho) han dado un paso adelante», dijo Valverde. De Messi no encontró nada a destacar: «Parece fácil lo que hace pero no lo es»,

El del sábado fue su doblete número 112 con el Barça. En otros 39 partidos marcó tres goles o más. Pero Messi vive más feliz cuando por delante suyo se mueven más delanteros además de su vecino Luis Suárez. Mientras, Leo se apuntó otro récord: el de asistencias en toda la historia de la Liga. Suma 149 pases de gol. Además de marcarlos, los regala. Entre él (22 goles) y Suárez (20) decidirán el Pichichi.