El Valle del Aragón dio la bienvenida a la temporada invernal. No fue con un eslalom o un descenso, sino con una carrera por montaña. Era la primera edición del Maratón Blanco Jacetania. Este atractivo reto comenzaba en Jaca y finalizaba en la estación de Astún. A lo largo de 36 kilómetros los atletas afrontaban algo más de mil metros de desnivel por el Camino de Santiago. A la dureza del trazado se unió la adversa climatología que tuvieron que afrontar con frío y agua nieve.

Un total de 66 participantes partieron de los Glacis de la Ciudadela de Jaca. Los primeros tramos fueron de calentamiento por Castiello, Villanúa, Canfranc pueblo y Canfranc estación. Después, el sendero se empinaba para llevar a los deportistas hasta la estación de Candanchú y el puerto de Somport. Por último, la carrera tomaba la carretera para terminar en Astún. En la categoría masculina hubo sorpresa con el triunfo de Antonio Blanco, con un tiempo de dos horas y 38 minutos, seguido de Kiko Navarro, a diez minutos del ganador y Óscar Soriano, a dos minutos y medio de Navarro. En mujeres se impuso Sandra Brunet, con tres horas y 35 minutos, seguida de Sonia Santander, a siete minutos, y Nani Gabasa, con un tiempo de cuatro horas y 26 minutos.

Esta nueva competición contó con la organización del Club Pirineísta Mayencos y la Comarca de la Jacetania y el apoyo de los ayuntamientos de Castiello, Villanúa y Canfranc y las estaciones de esquí de Candanchú y Astún. "El balance fue muy positivo. Los corredores se fueron bastante satisfechos. No tuvimos percances y solo hubo dos retirados. Esto nos hace pensar con optimismo de cara a la segunda edición", explica Luis Lardiés, presidente del Mayencos y organizador del maratón blanco.

La novedosa idea vino de la mano de José María Abarca, presidente de la Comarca de la Jacetania. "La idea era lanzar la temporada blanca recorriendo el Camino de Santiago desde Jaca hasta Candanchú y alargándolo hasta Astún. Es una prueba mixta, de larga longitud, pero sin grandes desniveles y sin dificultades técnicas. También se ha planteado como una prueba que puede discurrir sobre nieve", indica Lardiés. Los corredores la pisaron en algunos de sus tramos. "La estación estaba blanca a primeras horas de la mañana y los líderes corrieron sobre la nieve. Pero luego empezó a llover y la mayoría de los corredores compitieron entre el aguanieve y el barro", indica.

Parte del éxito fue el resultado de la gran labor de los 74 voluntarios. "En una prueba en línea de 36 kilómetros se necesitaba el apoyo de muchas personas en los cruces y en la Nacional 330. Había seis avituallamientos y en cada uno de ellos trabajaban entre tres y cuatro personas. También en el auxilio a los corredores, a los que se les daba tras llegar a meta un té caliente y una manta y en el montaje de meta y el cronometraje", explica.

Una de las pocas novedades de cara al año que viene será el cambio de fecha. "Queremos retrasarla una semana para que no coincida con la Behobia-San Sebastián, que nos quitó bastante participación. También pretende adentrarnos más en el invierno y habrá bastantes posibilidades de que el maratón sea blanco de verdad", explica.

LA SORPRESA

A todos sorprendió el gran tiempo que realizó el ganador del Maratón Blanco Jacetania. "El vencedor sabíamos que podría entrar por debajo de tres horas, pero ninguno pensábamos que se ganara con un tiempazo de 2.38. Casi nos pilló montando la meta. Blanco, que pertenece al Equipo Militar de Montaña, le sacó diez minutos a Kiko Navarro, que es un fenómeno", dice.

Sobre el número participantes, dice que es suficiente. "La cifra no es muy alta, pero para ser la primera vez, estamos contentos. No hemos tenido tiempo de darle mucha difusión y solo hemos tenido un mes para organizarlo. De cara al 2015, con tiempo y mejorando un poquito, podríamos triplicar la participación", concluye.