Carlos Retamar pasó la tarde del martes pegado a la radio desde las 20.00 hasta las 22.00. Escuchaba el partido en el que el Ribera Navarra recibía al Jaén. Si los visitantes perdían o empataban, su equipo, el Fútbol Emotion Zaragoza, se clasificaba para jugar la Copa de España. Y así fue. De una manera diferente, sin partidos con horario unificado como en anteriores ediciones.

«Ha sido peculiar porque al final lo que te gusta cuando consigues cosas así es vivirlas en la pista», confiesa el cierre madrileño, que viajará a su tierra para disputar esta competición en el WiZink Center. El partido se decidió en los últimos minutos y Retamar asegura que, cuando acabó, «lloraba». «Para qué te voy a engañar, me sorprendí a mí mismo de los nervios que pasé», añade al explicar que quiso vivir la experiencia él solo.

David Marín asevera que la clasificación «es merecida». «Hemos hecho una primera vuelta notable», recuerda el entrenador, que llegó en verano después de una temporada en la que la pelea fue salvarse del descenso. Aunque apostilla que el pase no ha sido inmediato, sino que «ha habido que esperar, como para todo en esta pandemia». El octavo puesto se lo ganaron, sin saberlo, en la victoria contra el Levante el 17 de enero.

«No le das la importancia que tiene en el momento porque no sabías que estarías clasificado en la Copa», explica Retamar. Aunque el capitán asegura que el partido «se dio como se dio y por cómo fue la verdad que sí que se celebró». «Hubo decisiones que no nos beneficiaron. Los dos últimos minutos estuvimos en pista Eloy, Adrián y yo defendiendo un cinco para cuatro, contando a Iván como portero», relata. Con un jugador menos por la expulsión de Juanqui.

Sin embargo, expresa que «si hubiera sido con horario unificado todavía lo estaríamos celebrando saltando en el pabellón, fue un partido muy peculiar para ganarse la clasificación a la Copa». Ahora ya está garantizado. «Estamos muy contentos, creo que el equipo lo merece, hemos trabajado para llegar a esos 23 puntos», explica David Marín.

Por su parte, Retamar recuerda la Copa de España de la temporada 2017-18, en la que pasaron a semifinales, también en el WiZink Center. «Para mí es un sitio muy especial porque es mi ciudad, es Madrid, donde me he criado», apunta y añade que es un fin de semana que recuerda «con una mezcla de emociones».

De la alegría cuando pasaron de ronda, a la tristeza cuando les eliminó precisamente el Jaén. Pero de esta experiencia el cierre saca algo positivo: «La gente se suele acordar solo del campeón, pero creo que nosotros dejamos huella en esa competición». «La gente nos recuerda como el Zaragoza de aquella Copa», concluye con ganas de jugar esta.