Son la pirámide perfecta del balonmano aragonés. Tienen casi 350 jugadores y 27 equipos hasta la cúspide del equipo de la Liga Asobal. Es el Balonmano Huesca, que se encuentra en el mejor momento de la historia desde que se fundó en el año 1995. «En cuanto a cantidad, este año hemos batido todos los récords. Incluso en calidad ha sido uno de los mejores años», indica Néstor Oliva, el coordinador de la cantera. El Huesca ganó este año la Liga Regular de Segunda Nacional y se llevó el título juvenil masculino. «Este ha sido el primer equipo de la cantera que ha ido a un Campeonato de España», añade.

El trabajo con los jóvenes va dando sus frutos. Tres jugadores se entrenan con el primer equipo. «Jorge Garzo ha hecho toda la temporada con el equipo de Asobal e hicieron la pretemporada y realizaron entrenamientos dos juveniles, Jorge Broto y Miguel Malo. Aunque nos gustaría tener más canteranos en la élite, pero el Balonmano Huesca cuenta con 22 años de historia y es muy complicado conseguir jugadores a ese nivel. El volumen de jugadores en Huesca no es el mismo que en Zaragoza. Trabajamos para que esa distancia se vaya acortando», afirma Néstor Oliva.

Ahora el deporte rey en Huesca es el fútbol con la Sociedad Deportiva Huesca, pero no le afecta al crecimiento del balonmano. «También el baloncesto hizo una fase de ascenso a la Liga ACB el año pasado. Pero hemos batido todos los récords de jugadores de la cantera». En cuanto a la filosofía, explica que «tenemos claro que el club tiene que ofrecer dos tipos de balonmano. El de competición, que es el que nos exige tener un equipo en Asobal, y el de recreación, la labor social y dar cabida a los que quieren hacer balonmano por diversión y por hacer algo saludable. En ambos casos damos mucha importancia a los valores», afirma.

El BM Huesca tiene su seña de identidad en comparación con las canteras de Zaragoza. «Somos el único club de la ciudad y no tenemos competencia para lo bueno y para lo malo. En Zaragoza son núcleos de jugadores de un mismo colegio. Nosotros los mantenemos en sus colegios hasta Primaria con el programa Iber balonmano y cuando llegan al club en infantiles hacemos la labor de unir grupos».

Una asignatura pendiente es disputar un título regional escolar. «Hemos llegado hasta semifinales. Tenemos un hándicap que los equipos de Zaragoza en alevines ya juegan en Balonmano 7 y compiten en una Liga regular. Nosotros trabajamos con grupos más heterogéneos y la competición es de mini balonmano. Cuando juegan con los de Zaragoza, estos ya llevan dos años de competición habitual. Nuestro proceso de mejora es distinto», afirma Oliva.

Así, el Balonmano Huesca tiene el proyecto Iber Balonmano con los colegios PJ Rubio, Sancho Ramírez, San Vicente, El Parque, San Viator, Juan XXIII y Alcoraz. Este año también se ha trabajado en Almudévar. El sábado pasado se organizo el Día del Balonmano Oscense en su décima edición. Se invitó a 400 jugadores. «Se homenajeó a Ramón Vitalla, jugador del club cuando se creó en 1995. Se hacen partidos recreativos entre los jugadores del club en una jornada lúdica para mostrar a toda la ciudad como se trabaja en el balonmano». Tuvo lugar en el Palacio de los Deportes y se habilitó una cancha de mini balonmano fuera.

Oliva reconoce que una gran laguna es el balonmano femenino. «Se van recogiendo los primeros frutos. Hace cuatro años no había ninguno y ahora tenemos uno cadete. Esperamos que formen un equipo sénior como referencia para las chicas de la ciudad. La que empieza a jugar tiene más complicado hacerlo sin un espejo a seguir».