Porfirio Fisac volvió de sus vacaciones con un planteamiento muy detallado en su cabeza para enfocar la vuelta al cole del nuevo Tecnyconta Zaragoza. El técnico es un entrenador curtido en mil batallas en la Liga Endesa y sabe la necesidad de toda inédita plantilla de lo que define como «hacer equipo».

Es la principal consigna de estos primeros días, trabar una amistad entre los jugadores tanto dentro como fuera de la pista para gestar ese buen ambiente que ya comienza a apreciarse en los integrantes de la plantilla.

La entidad inició ayer una escapada de tres días a Benasque para seguir preparando el inicio de la temporada. Esta expedición está compuesta por los miembros del cuerpo técnico, los jugadores del primer equipo y los canteranos Ander Urdiaín, Javier García, Jaime Pradilla y José Ascanio.

Hace unos días Javier Justiz aterrizó en la capital aragonesa y ayer fue el turno de Bo McCalebb, que se unió a sus nuevos compañeros en el viaje a la localidad altoaragonesa. La llegada del base norteamericano completa el arsenal del Tecnyconta Zaragoza.

Fisac se llevó a Benasque todas sus armas. Durante estos días tendrá tiempo de comprobar el estado de cada una y analizar cómo pueden herir a los rivales. Por su parte, McCalebb aún no se ha enfundado el uniforme de trabajo para ponerse a las órdenes del técnico. No obstante, esta semana en el Pirineo, en plena pretemporada, «me permitirá compenetrarme con los compañeros, dominar los sistemas de juego y también mejorar mi estado de forma en la cancha».

Durante los nueve partidos que vistió la elástica rojilla el ‘4’ dejó buenas sensaciones con su juego, consiguiendo un promedio de 11,9 puntos, 2,7 rebotes y 3,7 asistencias por partido. Su salida del equipo por causas familiares dejó a la Marea roja con ganas de verle más en el Felipe. «Estoy muy agradecido por la oportunidad del club para regresar. El año pasado me sentía muy cómodo, y después de lo que pasó no tenía muchas esperanzas de que pudiera volver a competir. No obstante surgió la oportunidad de volver y aquí estoy», explicó.

Todavía no ha charlado con los jugadores, ni con el propio Fisac, pero McCalebb está a la «total disposición» del nuevo técnico para «cualquier cosa que me pida».

El base regresa con apetito después de «estar entrenando en Estados Unidos y, gracias a eso, me siento bien físicamente y listo para competir. Vuelvo muy motivado y con muchas ganas de trabajar con el equipo», destacó.

Esta es su gran oportunidad. McCalebb está convencido de que puede «aportar más» porque «tengo más tiempo para prepararme y acoplarme a los compañeros».

El año pasado la responsabilidad del equipo recaía sobre Gary Neal. No se saben los planes que rondan por la cabeza de Fisac sobre quién cargará con mayor responsabilidad en el equipo. El estadounidense se presenta como firme candidato en esa tarea, pero, como bien indicó, «la decisión final la tiene el técnico».