Uno de los refranes más populares señala que dentro de todo lo malo siempre se extrae algo bueno. La lesión de Schaffartzik fue un contratiempo importante para el Basket Zaragoza, y ayer el club confirmó los peores presagios. Las pruebas que el jugador envió esta semana a la entidad desde Alemania de su rodilla derecha confirman que se trata de una baja que le mantendrá alejado de las pistas hasta a mediados de octubre, lo que obligó al conjunto zaragozano a buscar un sustituto.

Cuando el base se lesionó, la dirección deportiva estudió el mercado para atar a un nuevo jugador en el caso de que se ratificara que Schaffartzik no estuviera disponible para el exigente inicio de competición. Ante esta situación, el nombre de Bo McCalebb volvió a sonar en las oficinas ocho meses después de que fichase por primera vez por el equipo entonces dirigido por Jota Cuspinera.

El norteamericano llegó a mitad de temporada y, aunque le costó coger el ritmo en los primeros partidos, pronto comenzó a dejar buenas sensaciones. En febrero, cuando se sentía más cómodo sobre el parqué del Felipe, McCalebb recibió una de las peores noticias de su vida. Su madre falleció y el jugador dejó el equipo para volver a Estados Unidos y cuidar de su familia.

Ahora, con la lesión del alemán, el jugador regresa a Zaragoza para coger las riendas del proyecto de Porfirio Fisac.

«En este momento, el mercado nos ha permitido recuperar a un jugador conocido y de calidad contrastada. Superada su situación personal, nos ha manifestado su deseo de volver a Zaragoza, una ciudad, un club y una Liga que también conoce», destacó ayer el director técnico de Basket Zaragoza, Pep Cargol, sobre el regreso de McCalebb.

El directivo definió al norteamericano como «un jugador con una calidad absolutamente contrastada, que cumple las características de ese perfil de base capaz de jugar el bloqueo directo» y que, además, «nos dará agresividad en la defensa».

Asimismo, el organizador «es capaz de crear para él mismo pero también para los demás, y juega muy bien en transición y en campo abierto», concluyó el responsable técnico sobre la nueva incorporación.

El fichaje de Bo McCalebb vuelve a cerrar la parcela de los bases, donde compartirá demarcación con Fabio Santana y Carlos Alocén. El próximo paso de la directiva es incorporar al ala-pívot que defina el juego interior del equipo y complete la plantilla.