Se ha acusado muchas veces al Zaragoza en esta temporada del hándicap de la falta de experiencia, de no saber manejar algunos códigos que sólo la veteranía da y no la juventud de varios de sus jugadores fundamentales. La acusación tiene su razón y, por ejemplo, se ha demostrado en las veces que el equipo se dejó remontar un marcador con dos goles a favor --en los dos partidos de Liga frente al Sevilla, en La Romareda ante el Racing o en Salamanca en Copa-- pero también en varias citas ligueras donde dobló la rodilla ante adversarios de mayor empaque futbolístico. Sin embargo, esta clara aseveración tiene su contrapunto en la buena suerte que está gozando el Zaragoza en los minutos finales, ya que ha podido amarrar cinco victorias sobre la bocina en esta Liga (diez puntos) que serán decisivas en la salvación si ésta se produce.

El último exponente llegó el domingo ante Osasuna. Un mal partido, sobre todo en la primera parte, la impotencia de no saber por dónde hincar el diente al equipo navarro y el gol salvador de Alvaro en el descuento. También el brasileño abrió la cuenta en Balaídos ante el Celta faltando menos de un cuarto de hora después de que en los 75 minutos anteriores el equipo zaragocista tan apenas hubiera visto de cerca a Cavallero. Después, Yordi, con el tiempo cumplido, redondeó el 0-2 frente al conjunto vigués.

LOS REMATES DE GALLETTI En Zorrilla se adelantó el Zaragoza, tras un error de Bizzarri que aprovechó Generelo para marcar de cabeza, pero el buen fútbol lo llevó el Valladolid, que consiguió empatar y hasta mereció algo más en la primera parte, pero se llegó a los últimos minutos y Galletti (m.80) pilló desprevenido al guardameta pucelano con un fuerte disparo desde fuera del área. Aquel gol fue una premonición de lo que ocurriría dos semanas después, cuando otro tiro lejano del argentino --en muy similar posición dentro del campo-- dio la sexta Copa en la prórroga al conjunto aragonés en Montjuïc y frente al Real Madrid de los galácticos .

Un penalti de Westerveld a Villa, después de que el Guaje en un último esfuerzo titánico habilitara la diagonal para el pase de Rebosio, dio la victoria (2-1) al Zaragoza frente a la Real Sociedad cuando el choque parecía abocado al 1-1. Tampoco lo pasó bien el equipo aragonés en El Sardinero en la primera vuelta, sobre todo antes del descanso, cuando en medio del diluvio el Racing de Santander se adelantó y tuvo las mejores ocasiones, pero segundos antes del final del primer acto Alvaro empató para que Soriano, a falta de cuatro minutos para que el reloj llegara al 90, cazara un gran remate con su pierna izquierda que supuso el 1-2 definitivo.