Llegó como un argumento educativo y se instaló para siempre como una seña de identidad, como una forma de vida. El Club Rugby Seminario de Tarazona celebra sus primeros 50 años de vida con diferentes actos pero el espíritu de siempre, como atestigua su presidente Carmelo Alonso, jugador desde 1965 y testigo de excepción de este medio siglo. "Empecé jugando con el pañuelo, porque antes no se placaba, luego monté el equipo sénior en el 83 y cuando se jubiló el padre Tomás López asumí la presidencia, hasta hoy", resume hoy con orgullo.

El club turiasonense, que cuenta en la actualidad con tres equipos --sénior, femenino y cadete-- además de la escuela, presentó ayer los actos con los que va a celebrar su efeméride los dos próximos fines de semana. Este sábado y domingo se reunirán para el torneo sub-16 Memorial Ángel Lanzán Chueca una selección de Aragón, el Getxo, el Durango, el Tecnidex de Valencia y el CRC Rugby madrileño para disputar varios partidos a los que se unirán diferentes actos conjuntos y paralelos. El torneo del 50 aniversario será el 6 de junio con la reunión de los fundadores y numerosos veteranos y dos partidos contra Tecnidex.

El rugby llegó a Tarazona desde Francia. André Medan, exiliado galo, introdujo el balón ovalado con la ayuda de Tomás López en el Seminario turiasonense después de que López buscara un deporte para el colegio según los nuevos métodos pedagógicos surgidos en el Concilio Vaticano segundo y el primer equipo se formó en 1965.

El pañuelo

Entonces no había contacto, se jugaba con un pañuelo. "En la parte de atrás del pantalón llevábamos un pañuelo colgando y, en vez de placar, había que coger ese pañuelo. Cuando sucedía se paraba el juego", explica el presidente. Además, era rugby a siete. "Había tres delanteros, uno que introducía el balón en la medio melé y tres en línea", prosigue Alonso.

De siete se pasó a quince jugadores, a los placajes y al rugby actual. Las instalaciones del Seminario de Tarazona se fueron mejorando gracias a un convenio con la Federación Española --"se instaló luz artificial, el riego por aspersión y se replantó la hierba", explica Alonso-- y el campo se utilizó, además, para concentraciones nacionales, campeonatos de España o alguna Copa de la Reina. En lo deportivo, el club vivió sus años más gloriosos con el ascenso a la Primera División, la actual División de Honor B, en los años 80.

Tras un periodo de cierre entre 1987 y 1991, el Seminario resurgió con fuerza en los noventa hasta alcanzar el 50 aniversario con buena salud y gente comprometida. "Los años 90 fueron buenos, pero lo que más destacaría es la constancia, mantener el bloque durante 50 años. Es muy difícil lograr esa continuidad", dice el presidente del club más veterano de Aragón.