El Tecnyconta Zaragoza no irá a la Copa del Rey. Porque perdió ayer, y bien perdido, contra el Morabanc Andorra, pero sobre todo porque se le han escapado tres partidos en casa en esta primera vuelta (Fuenlabrada, Obradoiro y Andorra) que rebajan el balance de notable a aprobado. Un borrón al final por el mal partido del equipo aragonés, que aguantó el pulso 25 minutos a base de garra pero que se vio finalmente superado con claridad y justicia por un rival que supo interpretar mejor sus ventajas y cómo explotar las debilidades del contrario. Por un rival que llegaba sin Jelinek, que antes del partido perdió a Diagne por una gastroenteritis y que jugó los últimos quince minutos sin Albicy, su base titular, por un corte en un dedo.

El Andorra fue mucho más sólido en todo momento, mientras el Tecnyconta fue diluyéndose con el paso de los minutos, pasando de líquido a gaseoso hasta evaporarse del todo. Por el buen hacer del rival y por sus malas decisiones en ataque. Se enfrentaban dos de los equipos que más puntos encajan así que la clave iba a ser ofensiva y fue el Tecnyconta el que peor atacó. Ayer acabó con 4/26 en triples, una cifra bastante pobre. Pero el Andorra firmó un no menos triste 4/18 y consiguió llegar a los 97 puntos. La diferencia de puntos estuvo en el tiro libre (11-29) pero también en el mal juego aragonés, que no encontró nunca el camino al aro con comodidad.

Primero, porque sus bases no generaron. McCalebb volvió a protagonizar otro partido desconcertante, en el que no se sabe si puede o no, en el que lo intenta y en el que empieza a hacer su juego solo en el último cuarto, mientras antes son otros los que hacen de base. Después, porque las rotaciones no ayudaron. Fisac puso primero a Alocén pero comenzó el último cuarto con Santana. Probó con dos cuatros durante varios minutos, movió y movió haciendo cosas diferentes sin que el equipo supiera realmente lo que debía hacer.

El partido, no obstante, se mantuvo en una igualdad casi absoluta durante 25 minutos. En ese tiempo ninguno de los dos equipos logró una diferencia superior a los tres puntos, con un inicio fulgurante en cuanto a acierto ofensivo (26-23 en el primer cuarto) que fue decayendo conforme aparecían los errores. El Tecnyconta no encontró su sitio pero su ardor guerrero, su insistencia, la manera de ir a por el rebote, de pelear cada acción, le mantuvo más que vivo hasta el descanso (39-42), a la espera de que el equipo se serenara e impusiera su juego y su ritmo.

MAL ATAQUE

Pero eso no sucedió nunca. Al regreso de vestuarios se vio a un Tecnyconta con intención de poner un punto más de intensidad en defensa pero que cada vez tomaba peores decisiones en ataque. Con 49-48 en el minuto cinco, las cosas se complicaban para el Andorra. Esa al menos era la teoría. Albicy se hizo un corte en un dedo de la mano derecha que le obligó a retirarse a los vestuarios e Ibon Navarro se quedaba sin su base titular y uno de sus principales referentes. Pero con Ennis ejerciendo de base y con la figura de Jerome Jordan haciéndose gigante ante los problemas de Justiz y la defensa de los cuatros, el Andorra sentenció el partido con un 2-17 de parcial (51-65 al final del tercer cuarto), favorecido por seis pérdidas casi consecutivas del Tecnyconta.

Aunque quedaban diez minutos, el partido ya había terminado. El Tecnyconta no encontró en ningún momento el resorte que activara un cambio en su juego, que siguió deslavazado y anárquico hasta el final. Con un ataque precipitado y muy malas decisiones, el Andorra solo tuvo que mantener fijo su rumbo hacia una victoria fácil. El equipo aragonés se vio totalmente superado, sin armas y sin argumentos. Un borrón en el último examen de la primera vuelta, no porque no le permita entrar en la Copa (no lo hubiera logrado ni ganando) sino porque el Tecnyconta no fue él mismo, no hizo lo que tenía que hacer. Aún queda mucho por delante.