Bosnia-Herzegovina sueña con aprovechar el desconcierto que han provocado en la selección española los dos partidos amistosos de preparación disputados ante Venezuela y Escocia. Después de haberse quedado sólo a dos puntos de clasificarse para la Eurocopa de Portugal, el primer partido de la fase de clasificación para el Mundial de Alemania 2006 se ha convertido para el equipo balcánico en todo un acontecimiento.

El choque tendrá lugar en un escenario caliente, el estadio Bilino Polje de Zenica, donde la UEFA no permitió jugar contra Dinamarca el último encuentro de la fase clasificatoria para la cita portuguesa. Bosnia no pasó del empate a uno en Sarajevo y se quedó fuera. Ahora vuelve al que considera algo así como su santuario.

LA UEFA RECTIFICA La palabra encerrona ronda las cabezas de los jugadores españoles después de los dos deslucidos ensayos llevados a cabo a las órdenes de Luis Aragonés. El estadio, declarado hace nueve meses "no adecuado" por el organismo rector del fútbol europeo, es ahora un recinto apropiado para recibir a España, pese a que no ha experimentado ningún cambio. Tiene una capacidad para 22.000 espectadores y las gradas muy cerca del terreno de juego, por lo que suele crearse una atmósfera muy presionante para el equipo rival. En los seis últimos partidos disputados allí, Bosnia ha ganado cinco y empatado uno.

Aragonés, sin embargo, está más preocupado por la posibilidad de que las grandes lagunas que la selección ha mostrado en las dos pruebas realizadas agarroten a los jugadores que salten el miércoles al césped. El empuje de un público entregado a sus colores es algo secundario para el veterano técnico madrileño, que considera ese aspecto perfectamente controlable por unos futbolistas acostumbrados a manejarse con sus clubs en situaciones parecidas. Por lo demás, en el escenario del partido no se han registrado altercados de gravedad, aunque el noruego John Carew tuvo que aguantar todo tipo de insultos racistas durante el encuentro que disputó allí su selección en septiembre del 2003.

Albelda explicó ayer que la selección española no puede viajar a Bosnia intimidada por lo que se dice del apasionado ambiente que se encontrará en Zenica. "Estamos precipitándonos un poco. Nos tendremos que acoplar a las circunstancias que haya. Si el estadio es pequeño, nos puede condicionar pero hay que jugar igual. No podemos ir pensando que nos van a hacer una encerrona", dijo el centrocampista del Valencia, cuyo papel en el equipo también resulta clave para Aragonés, por lo que volverá a la formación titular en la cita del próximo miércoles.

Lo mismo ocurrirá con Víctor, para quien no existe ningún riesgo de que España pierda de vista la verdadera importancia de la cita. "Todos tenemos claro que o estás concentrado y con todos los sentidos alerta o hay muchas posibilidades de que pierdas. Ya no digo pasarlo mal, que eso pasa casi siempre, hasta cuando ganas", comentó el jugador del Deportivo, que no pierde de vista que Bosnia empató contra Francia en Rennes el pasado 18 de agosto, en el amistoso con el que debutaba Raymond Domenech al frente de la selección gala.

CUATRO DESCARTES Ninguno de los dos estará entre los descartes que hará esta tarde Aragonés. Cuatro de los 22 jugadores que han venido trabajando a sus órdenes en las instalaciones del parador de El Saler desde el día 31 no viajarán mañana por la mañana a Bosnia. El seleccionador dará a conocer los nombres de los cuatro jugadores tras el último entrenamiento en tierras levantinas. No ha dado pistas, pero se da como seguro que dos de ellos serán los defensas López Rekarte y Juanito. Otro será uno de los delanteros, Fernando Torres o Tamudo, y el cuarto puede ser el bético Joaquín.