Tom Brady, leyenda viva de la NFL, quiere agigantar un poco más su mito. El 'quarterback' aspira a conquistar su séptimo anillo de campeón. Y hacerlo, además, en casa, ya que la Super Bowl de este año se disputará precisamente en el estadio de los Tampa Bay Buccaneers. Ninguna franquicia ha luchado hasta ahora por el título en su campo. Para lograrlo Brady y su tropa deberán deshacerse mañana de los Green Bay Packers (21.00 horas, Movistar). En la otra final de conferencia, los Kansas City Chiefs se medirán con los Buffalo Bills (lunes, 00.40, Movistar).

Tras 20 años y seis anillos en los Patriots, Brady anunció en marzo del año pasado que dejaba el club de su vida y fichaba a los 43 años por los Buccaneers, una franquicia que solo había ganado el título una vez y que no se metía en los play-off desde el 2007. Su veterana mano no solo ha metido a su nueva franquicia de nuevo en las eliminatorias sino que ahora están a un paso de la gran final. Enfrente tendrá a unos Packers que, comandados por Aaron Rodgers, quieren acabar con una década de sequía.

Mahomes, duda

En la otra final de conferencia la gran incógnita es la de otro de los 'quarterbacks' estrella de la competición: Patrick Mahomes. Los Chiefs, vigente campeones, aún no saben si podrán contar con su brújula. El chico de oro de la NFL, que en verano firmó un contrato de 503 millones de dólares en 10 años, sigue en protocolo de conmoción cerebral. Su ausencia podría abrir a los Bills las puertas de su quinta Super Bowl para poner fin a su maleficio, ya que han perdido las cuatro que han disputado.