Puede y debe ser el primer paso para volver a competir al más alto nivel. Puede y debe ser el primer paso para volver a llamar la atención de las escuderías de F-1. Puede y será una oportunidad de oro para que los grandes patrocinadores españoles se den cuenta de que en Jaime Alguersuari siempre ha habido, hay y habrá un excelente piloto de F-1.

El barcelonés, uno de los pilotos más jóvenes y precoces en alcanzar sus objetivos y, por supuesto, en debutar en la F-1, acaba de firmar por el equipo Virgin Racing, del curioso millonario británico Richard Branson, para conducir uno de los monoplazas eléctricos del campeonato que organiza el español Alejandro Agag y que constará de 10 grandes premios, todos ellos en trazados urbanos, y que empezará el 20 de septiembre en Pekín.

Dos años de duro trabajo

Alguersuari, que en el Virgin Racing compartirá box con el británico Sam Bird, probador de Mercedes, dejó la parrilla de F-1 al finalizar la temporada 2011 después de que la escudería Red Bull, que había estado tutelando uno de los progresos más espectaculares en las categorías de promoción, decidiese retirarle su apoyo. Y eso pese a que, en varios momentos de ese campeonato, demostró ser más veloz que muchos de los pilotos escogidos para competir a los mandos de un F-1.

El actual probador de Pirelli, que se ha pasado dos largos años pilotando, probando, mejorando y dirigiendo las evoluciones de un montón de monoplazas y diversos coches de carrera gracias a su exquisito tacto para detectar los problemas que tiene cada vehículo y dirigir sabiamente el trabajo de los ingenieros, volverá a la competición, que podría convertirse, junto a la GP-2, en el mejor de los escaparates para que equipos, dueños, marcas y patrocinadores vuelvan a valorar el trabajo de Alguersuari en los circuitos.

Agag, que el pasado diciembre dio por cerrada la parrilla de la Formula E con la llegada del equipo Venturi, que lucirá la imagen de Leonardo Di Caprio, aseguró en aquel momento que habría un piloto español en el nuevo campeonato. Todo el mundo pensaba que Pedro Martínez de la Rosa, actual piloto probador de Ferrari, sería el escogido, pero finalmente Branson ha apostado por la juventud, las manos y la habilidad de Alguersuari.