El brasileño Vanderlei Lima, medalla de bronce en la maratón de los Juegos de Atenas, llegó ayer al aeropuerto de Sao Paulo donde una multitud lo esperaba al grito de "es oro, es oro". El atleta suramericano declaró que no le guarda rencor a Cornelius Horan, el sujeto que lo retuvo cuando iba primero en la prueba final de los Juegos Olímpicos. A pesar de no haber ganado, Lima, recibirá el premio de 55.000 euros que le había prometido una cadena de supermercados si lograba el oro olímpico. E. P.