Brasil se tomó la revancha mundialista y se clasificó ayer para los cuartos de final del campeonato del Mundo al derrotar a Argentina por 85-65. La selección albiceleste había superado a su sempiterno rival sudamericano en las últimas ocasiones, en los cuartos de final del Mundial de Turquía 2010 y en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y ostentaba un 4-1 ante Brasil en los Mundiales. Ayer, sin embargo, los brasileños se tomaron la revancha y ganaron con claridad, aunque necesitaron 23 minutos de juego para imponer su mayor potencial. Argentina tomó la delantera en el marcador gracias a la inteligencia y efectividad de Pablo Prigioni, auténtico motor de su equipo.

Prigioni anotó tres triples sin fallo que fueron auténticas puñaladas para Brasil, que no consiguió en el primer cuarto (13-21) imponer su mayor altura. En el segundo cuarto, Brasil comenzó a reaccionar. Sin acierto exterior, el equipo brasileño mejoró su defensa y comenzó a salir a la contra. Los verdeamarellos recortaron diferencias, pero no llegaron a superar a los argentinos en el marcador, que a base de intensidad y de un Prigioni estelar (15 puntos) volvían a abrir brecha. No obstante, los brasileños acabaron poniéndose por delante (37-36) y la cuarta personal de Prigioni fue un mazazo. Brasil cambió a defensa en zona y comenzó a anotar de forma más fluida. Scola, por debajo de su nivel habitual, también vio la cuarta personal en el primer minuto del último periodo (60-49), aumentando los problemas de Argentina.

Brasil comenzó a saborear su venganza mundialista, bajo la dirección de Raulzinho Neto (también máximo anotador con 21 puntos), mientras que Argentina intentó la desesperada a ritmo de triples, pero Nenˆ Hilario, Anderson Varejao y Tiago Splitter acabaron por imponer su ley bajo los aros.