Agustín Lasaosa estaba amenazado por Raúl Bravo y Aranda, cabecillas de la trama de amaños que se está investigando en el marco de la operación Oikos, según reveló el diario El Mundo. El rotativo explicó que el motivo es una deuda de 100.000 euros que tenía contraída el expresidente de la entidad azulgrana, aunque la investigación no puede precisar si se trata de un pago por un amaño o una apuesta pendiente.

En un episodio que aparece en la documentación en poder del juez instructor, se dice que «Lasaosa ha tenido, con anterioridad a la jornada del 25 de mayo del 2018 (fecha del Huesca-Nástic), algún negocio con Raúl Bravo y Carlos Aranda, por el que les debería la suma de 100.000 euros, que le están reclamando. Íñigo López, que actúa como intermediario entre ambas partes, se ofrece a hablar con ellos y ayudar a Lasaosa, infiriéndose que habría adelantado dinero para el pago de un posible amaño», relata el documento judicual.

El riojano, al día siguiente, tras haber recibido Lasaosa un mensaje amenazante por whatsapp de Aranda, le cuenta a Juan Carlos Galindo, el médico, que «los malos vuelven a la carga» y, además, Íñigo López muestra su malestar con Aranda por haber contactado con Lasaosa, ya que él es el intermediario entre ambos.