Mientras los ferraristas celebraban su victoria, su aplastante triunfo, apareció Alejandro Agag, el yerno del expresidente José María Aznar, por los aledaños del hospitality de Renault. Y, claro, cuando Agag aparece es que algo se cuece. O se ha cocido. Algún nuevo contrato, alguna gestión, alguna comisión. Los negocios alrededor de la F-1, especialmente entorno a Renault, han fortalecido la amistad entre el célebre playboy Briatore y Agag, hasta el punto de que ambos desaparecieron volando del circuito. En helicóptero, claro.