Parece atrapado el Real Zaragoza entre la obligación de preparar pronto una plantilla que pueda competir desde el primer día, que afronte la temporada con garantía de situarse rápido entre los mejores, y la realidad en la que le ha colocado el verano, huérfano de delanteros e inquieto por el azote de las lesiones, que han dejado al equipo tan disminuido que estropean los primeros trazos de Imanol Idiakez. No hay apenas sustancia rica con la que trabajar mientras avanza el verano, que acabará, según Christian Lapetra, con un «buen delantero» en el ataque blanquillo. Completarán la plantilla «dos o tres figuras» para mantener la exigencia eterna del Zaragoza: estar entre los mejores. O lo que es lo mismo: ascender a Primera tras seis temporadas, con la que va a comenzar, en Segunda.

El trabajo en Boltaña no es lo que el nuevo entrenador debió de planear el día que firmó su contrato con el club aragonés. Tres de los pilares que sostuvieron al equipo (Eguaras, Guti y Zapater) están noqueados. A los dos primeros no se les espera en semanas, aunque nadie se atreve a definir el tiempo que estarán de baja. Cosas de las lesiones de pubalgia, que unos ven con el optimismo de tenerlos en un mes y otros piensan en noviembre al echar cuentas. Mejores previsiones hay con Zapater y Papu, que sufrieron sendas roturas de fibras y deberían de estar de vuelta en un mes, semana arriba, semana abajo. Por aquí van cuatro hombres ya, a quienes habría que añadir a Toquero, que no estará al máximo al menos en un par de meses después de ser sometido a una artroscopia. Lasure, además, tiene una pequeña rotura en el isquiotibial. Media docena son. Siete faltan hoy con Jeison Medina, que ayer tampoco se entrenó debido a unas molestias en el abductor, una leve contractura como diagnóstico.

«Los técnicos nos han transmitido que las sensaciones son buenas y que se está trabajando en adecuar el ritmo competitivo. Vamos a esperar que las lesiones duren poco y tengamos pronto a toda la plantilla disponible. Han sido demasiadas para lo que es la casuística habitual. Espero que se recuperen pronto, pero si no, tendremos que trabajar con lo que tenemos y afrontar las primeras jornadas con los jugadores disponibles», dijo ayer Christian Lapetra en su visita a Boltaña, adonde llegó acompañado del consejero delegado, Carlos Iribarren, cuando el entrenamiento matinal aún no había terminado. Después se les unieron el presidente de la Fundación Zaragoza 2032, Fernando de Yarza, y el vicepresidente zaragocista, Fernando Sainz de Varanda, y el director general, Luis Carlos Cuartero.

«Tenemos el 80% o el 90% de la plantilla confeccionada y por eso puede dar la sensación de que todo está un poco parado, pero hay que dejar pasar el tiempo para incorporar aquellas piezas que nos faltan en el mercado. Eso nos lo dirá la dirección deportiva», explicó Lapetra, que tampoco descartó que Lalo Arantegui varíe sus planes iniciales si se entiende que el tiempo de recuperación de los lesionados se prolonga. «Yo prefiero pensar que las lesiones serán recuperables lo antes posible. Si hay alguna que se alarga, será la dirección deportiva la que tome una decisión. Queda aún un mes para la competición y mes y medio para que se cierre el mercado. Vamos a ver qué posibilidades tiene el Real Zaragoza de apuntalar la plantilla».

FICHAJE CLAVE

El refuerzo más importante se espera en la delantera, donde no ha llegado ninguna pieza que cubra la enorme ausencia de Borja Iglesias. Se piensa en incorporar un atacante al menos -con la cesión con opción de compra de Marc Gual apalabrada con el Sevilla a falta de que el club andaluz dé luz verde para su salida-, pero bien podrían ser dos, además de un central, que sería zurdo, porque así lo desean tanto Lalo Arantegui como Imanol Idiakez.

Faltaría también un hombre en la medular si se entiende que las citadas lesiones de Eguaras y Guti van para largo. «El año pasado tuvimos la oportunidad de contar con Borja antes porque la decisión de los clubs ya estaba tomada. Se conocen algunas de nuestras preferencias (Marc Gual) y vamos a seguir trabajando en ellas para que se materialicen lo antes posible, igual que otras que entendemos que son idóneas para el club. Si queremos traer a esos delanteros que nos ayuden aportando goles, igual tenemos que esperar un poquito más», señaló Lapetra, que entendería la intranquilidad si las recuperaciones se atascan: «Preocuparía si supiésemos a ciencia cierta que las lesiones son de larga duración. Las pubalgias de Íñigo y Raúl quizá requieran algo más de mimo, pero hay que ir viendo qué nos dicen los servicios médicos. Si no vamos a tener esos jugadores durante cuatro o cinco meses, obviamente la dirección deportiva tiene que tomar decisiones. Pero si son dos o tres jornadas es diferente. En cuanto a las lesiones musculares, son impropias del inicio de la preparación y en dos jugadores que no las han sufrido en la temporada pasada, pero creo que en dos o tres semanas los podríamos tener».

PRUDENCIA Y MERCADO

El presidente no quiso adelantar buenas noticias para los próximos días, aunque es obvio que el Zaragoza acabará la primera parte de su preparación sin el goleador esperado. «Prefiero ser prudente. Vamos a tener un buen delantero seguro y esperaremos a lo que nos ofrezca el mercado. Si queremos optar por gente de calidad, vamos a tener que esperar. Hoy por hoy no tenemos las posibilidades de otros y la dirección deportiva lo tiene claro en ese sentido. Cumpliremos los plazos marcados y en las próximas semanas llegarán las incorporaciones. Puede haber dos o tres fichajes, pero no más. Lo va a marcar la pretemporada, que el técnico conozca bien a todos y entienda si es necesario apuntalar alguna posición si ha descubierto alguna carencia. Eso lo trabajará con la dirección deportiva. Pero tenemos nuestras limitaciones y debemos dejar que transcurra parte del mercado. A partir de ahí iremos tomando decisiones».

La realidad choca con los deseos de este Zaragoza que sueña con llegar al inicio en un estado óptimo para situarse bien pronto entre los mejores. «Lo ideal sería empezar bien, coger el nivel competitivo cuanto antes. Si eso nos da victorias y nos coloca arriba, entraremos en una dinámica que nos veremos superiores a otros rivales. Si vamos jugando bien a fútbol, además, eso ayudará mucho a nuestros aficionados, que ya nos están respaldando sin haber visto absolutamente nada. Vamos a ver si todo es positivo y podemos entrar en la temporada con cierta holgura en los puestos de arriba», manifestó.

Además, Lapetra puso el listón del Zaragoza justo en el sitio que esperan sus aficionados, bien arriba: «Hay muchos jugadores que han crecido, que ya han demostrado que tienen nivel para jugar en Segunda y que este año puede ser definitivo para ellos. Ellos, junto a las incorporaciones y el público, conforman el cóctel idóneo para hablar sin tapujos de que intentaremos pelear con los mejores para tener opciones de ascender. No nos queda otra, es el objetivo que nos tenemos que poner. Si nos ponemos objetivos menores, perdemos un poco el horizonte y nosotros mismos nos rebajamos la exigencia. La exigencia es máxima en los despachos, con lo cual tiene que ser también máxima en el campo», sentenció el presidente del club zaragocista tras presenciar el entrenamiento en Boltaña.