Víctor Muñoz es un entrenador de escuela clásica que acostumbra a respetar las principales leyes no escritas del fútbol. Así que para él, como para la mayoría de sus colegas, cuando algo funciona no se toca. Sin superávits, pero el Real Zaragoza va bien. Por eso, al técnico le hubiera gustado no mover ni un dedo. No podrá ser, esta tarde en Lugo se verá obligado a cambiar lo que funcionaba, al menos por la ausencia de Cabrera, de viaje en su país.

La presencia del uruguayo en el lateral izquierdo ha sido una de las claves de la mejoría defensiva, vital en la racha ganadora. En su lugar entrará Rico, el único especialista natural de ese puesto pero con una cierta sombra de sospecha a su alrededor. En buenas dinámicas, las piezas encajan con más facilidad. Rubén, Jaime... Rico regresa en el mejor momento del Zaragoza. Veremos si ensambla como lo ha hecho el resto.