Seis duros años le ha costado al Mallorca retornar a Primera División. En la isla balear, destino de miles de personas cada verano atraídas por su ambiente paradisiaco, aterrizó a mediados de junio del año pasado Sergio Buenacasa con la intención de hacerse un hueco en Segunda División. Un año más tarde y tras haber conseguido superar varios problemas físicos, el delantero zaragozano de 23 años celebró el pasado domingo el ascenso del club bermellón a la élite del fútbol español. «Fue una auténtica locura, una experiencia inolvidable. Acabó el partido y no me dio tiempo ni a pensar en lo que había sucedido. Saltamos al campo y ya estábamos de celebración con la gente que invadió el césped y después el lunes tuvimos una gran fiesta por todo Mallorca con rúa y discurso en el Ayuntamiento», explica el delantero.

Buenacasa ha tenido la suerte de vivir en primera persona una remontada que toda la plantilla mallorquinista tenía planeada en su cabeza cuando el árbitro pitó el comienzo del partido de vuelta ante el Deportivo. «Salió todo perfecto. El primero fue muy pronto y sirvió para abrir la lata. Nos permitió volver a creer. Luego ya metimos el 2-0 que les obligaba a ellos a marcar para ascender y después se desató la locura con el tercero de Abdón», aclara el canterano zaragocista acerca de cómo el Mallorca consiguió darle la vuelta a la eliminatoria. El no poder estar junto a sus compañeros en el campo hizo que los nervios se apoderasen del aragonés durante el partido. «Los nervios hicieron que me fuese moviendo por todos los lados. La primera parte la vi a ras de césped, al descanso me subí con mi familia y cuando marcamos el segundo les dije que me volvía a ir con los compañeros que íbamos a marcar el tercero y así fue», subraya Buenacasa, que tuvo en todo momento el apoyo de su familia que viajó desde Zaragoza para estar a su lado. «Todavía muchos no somos conscientes de lo que hemos conseguido. Que el Mallorca haya vuelto a Primera es algo muy grande y con el paso del tiempo le voy a dar todavía más valor a formar parte de este hecho histórico», admite.

Un ascenso a Primera División que con el formato de playoff se convierte en un espectáculo lleno de emoción. En Mallorca, el ascenso se convirtió en una hazaña después del resultado tan adverso de la ida. «Estaba convencido de que íbamos a remontar porque nunca había visto tanto carácter en un vestuario. La plantilla salió de Riazor con un 2-0 y la sensación era que habíamos ganado 3-0 porque había una moral y un convencimiento en que íbamos a conseguirlo y gracias a eso le dimos la vuelta a la eliminatoria», admite.

Las lesiones han lastrado la temporada del ariete, que solamente ha podido disputar ocho partidos de Liga y dos de Copa del Rey ante el Valladolid en el cual anotó un gol. «No he tenido suerte con las lesiones y no he podido aportar al equipo todo lo que quería. Me siento afortunado de haber podido jugar esos partidos porque he estado casi siete meses lesionado. Ha sido un año de aprendizaje donde quizás no he podido ser tan protagonista», admitió Buenacasa que la última vez que se puso las botas fue ante el Extremadura en la última jornada.

Barça, Juve, Barakaldo

El camino de Sergio Buenacasa hasta llegar a tener la oportunidad de jugar en Primera División no ha sido fácil. Después de salir de la Ciudad Deportiva a una edad precoz, Buenacasa recaló en La Masía donde estuvo hasta edad juvenil cuando recibió la llamada de la Juventus. «Era un chico que prometía mucho tras mi paso por la cantera del Barça y de la Juve pero después la situación se complicó y tuve que volver a casa. He sido capaz de bajar a jugar en el barro de Segunda B para intentar relanzar mi carrera y después de mucho esfuerzo voy a tener la suerte de poder jugar en Primera», destaca.

Con este ascenso a Primera, Buenacasa consigue una escalada meteórica hasta la élite del fútbol español. «En tres temporadas he pasado de Tercera con el filial del Zaragoza a Primera. Si me dicen que esto iba a suceder hace tres años no me lo hubiera creído. El fútbol da muchas vueltas y gracias a mis números en Barakaldo tuve la oportunidad de llegar aquí y de vivir una experiencia inolvidable», reconoce Buenacasa, al que le quedan dos años de contrato con el club balear.