Regresan todos los titulares. Es una buena noticia después de que Víctor concediera descanso en Barcelona a tres de sus jugadores en mejor momento de forma, lo que facilitó el paseíllo del equipo de Frank Rijkaard y la salida por la puerta grande, por fin, de Samuel Etoo. El técnico aragonés no dispone de munición suficiente como para luchar en igualdad de condiciones contra rivales como el Bar§a, pero en el Camp Nou el Real Zaragoza disparó con balas de fogueo y lo hizo al aire, tocando siempre a retirada. Su primera derrota de la temporada era previsible, pero no la forma en que claudicó: huidizo, cagón, reo de la pizarra, donde el entrenador dibujó un once de autómatas programados para defender. Pasada esa triste página, y salvo que siga hoy el concurso de rotaciones inválidas, esta tarde se podrá ver frente al Levante a los futbolistas que mejor rendimiento están ofreciendo hasta la fecha, con Zapater, Galletti y Javi Moreno entre ellos después de una jornada en el refrigerador.

El conjunto aragonés necesita la victoria para olvidar lo del jueves y para recuperar el aceptable tono de la Liga antes de ese tropiezo. Dicen Víctor y los jugadores que no se sienten afectados por la goleada del Camp Nou, pero en el fondo estos golpes dejan una pequeña huella. Cuatro tantos y la cierta sensación de que el rival se ha dado un festín no son experiencias agradables y ponen a prueba la credibilidad en uno mismo, que en el deporte se esfuma y regresa a una altísima velocidad.

TRES PUNTOS IMPORTANTES Los tres puntos frente a la escuadra de Bernd Schuster han adquirido importancia por su significado para el futuro tranquilo en el campeonato y por el compromiso europeo que espera el jueves en Olomouc, adonde se acude con la mínima ventaja de la ida gracias a Generelo. El espíritu del viaje a la República Checa dependerá bastante de lo que ocurra hoy frente a un enemigo recién ascendido a Primera División que ofrece buenas vibraciones de la mano de Schuster y que cuenta con los mismos puntos, siete, que el cuadro aragonés.

Una vez más se desconoce a ciencia cierta qué Real Zaragoza actuará en La Romareda. El esforzado que tumbó con la pegada de la estrategia al modesto Getafe o el romántico que olvidó órdenes militares para componer un fútbol ofensivo y llevarse por delante al Albacete. Como visitante no hay buenos recuerdos (Málaga y Barcelona) por lo que sería más recomendable la versión local con un poco más de regularidad y equilibrio. Aunque si hay que elegir, es preferible la locura del 4-3.

VILLA HA VUELTO Lo mejor que se puede decir de este partido es que David Villa ha vuelto. Como se esperaba, el delantero se ha reconciliado con el gol y ya lleva dos consecutivos. Ahora sólo falta que Movilla siga la huella del asturiano y encuentre el camino a casa.