Oliver Buff ya dijo no a una suculenta oferta de Arabia Saudí pocas horas antes de que se cerrara el mercado de fichajes en España el pasado 31 de agosto. El suizo rechazó 600.000 euros pese a que desde el Real Zaragoza le habían hecho entender que sería mejor que abandonase el club este verano y a que se le informó de que esta temporada tendría más dificultades para encontrar espacio en el equipo. Abiertos aún mercados fuertes económicamente como el de Estados Unidos y la India, el suizo ha hecho saber que, de momento, no se plantea salir del club aragonés, donde le que da una temporada de contrato.

La finalización temprana de su contrato (se ampliaría hasta el 2020 si participase en 25 partidos durante más de 45 minutos) es una de las razones por las que el Real Zaragoza ve mejor la marcha del futbolista helvético, además de que tiene una de las fichas importantes de la plantilla. Se entiende que su presencia puede taponar la progresión de Alberto Soro, el valor emergente de la cantera, y de Georgi Papunashvilui, un futbolista al que se le adivina un gran futuro.

El mediapunta, de 26 años recién cumplidos, es feliz en la ciudad y se quiere quedar. El club ya le transmitió el pasado 4 de agosto que iba a tener difícil ser titular y que no era un futbolista para estar habitualmente en el banquillo. En todo caso, su salida no ha sido ni es obligada por el límite salarial que fija la Liga. El Real Zaragoza valoró su traspaso en un millón de euros, aunque accedería a la venta por la mitad de esa cifra.

De momento, Buff fue titular en las dos primeras jornadas y entró en el minuto 56 en el choque ante Las Palmas sustituyendo a Álvaro Vázquez.