—¿Qué tal ha pasado anímicamente estos días?

—Estoy bien, con un poco de estrés pero es normal al cambiar de club.

—¿Está enfadado por el trato del Real Zaragoza?

—No, enfadado no. Al final es fútbol. Estaba muy contento en Zaragoza e hicimos una buena temporada en mi primer año. En el fútbol hay situaciones así y se tienen que aceptar, no pasa nada.

—¿Y con Lalo Arantegui? Fue su principal valedor y apostó fuerte por usted.

—Son decisiones que toma por su posición y por su trabajo. No hay ningún problema en lo personal. Es fútbol, hay que aceptarlo, buscar soluciones y es lo que hemos hecho. Todo bien.

—¿Cuándo le dicen que debe salir del club?

—Fue ya en verano cuando me lo dijeron. Al principio fue que no podía marcharme y en agosto que debía irme, pero a mí me gustaba mucho Zaragoza, la gente y todo, por lo que quería quedarme y trabajar y a ver qué pasaba con el míster. Al final me decían siempre lo mismo, que tenía que salir en diciembre.

—¿Se había terminado ya su paciencia? Estar casi un año sin jugar era demasiado.

—Sí. Me gustaba estar en Zaragoza por la gente y los seguidores. Quería intentarlo todo para jugar otra vez y quedarme aquí, pero si todos los meses te dicen que te tienes que ir al final lo tienes que hacer y cambiar de club.

—¿Le molesta no haber tenido oportunidades en estos últimos meses?

—Tuve posibilidades de jugar y no lo hice a mi nivel. Es culpa mía. Los entrenadores me han dado siempre oportunidades y me han dicho que estaba en el club y que podía jugar por seguir en el equipo. A ellos les daba igual lo que decían de arriba, pero al final es culpa mía.

—¿Qué ha fallado para que se haya terminado su etapa como zaragocista?

—En el fútbol hay contratos con una fecha en la que terminan y hay gente que tiene que tomar decisiones. No tuvimos una buena racha y eso creo que no me ayudó. Había muchos jugadores en mi posición y de mucha calidad y se tienen que tomar decisiones.

—¿Se ha sido injusto con usted?

—Creo que no. Tuve oportunidades, aunque menos que otros, no las he cogido y el Zaragoza no es un club pequeño. Tiene que hacer cosas porque es un equipo de Primera División y tiene una gran afición.

—¿Cree que su rendimiento en el campo ha sido tan malo como para que le hayan hecho salir?

—No jugué a mi nivel top en la primera vuelta, pero a veces hay cosas de fuera del campo, pero lo comprendo. No puedo decir que es culpa de uno o de otro. He tenido oportunidades, hubo una mala racha y yo estaba en el campo, aunque lo que salió en la prensa creo que no fue justo porque estaba muy contento. La gente cambió y estaba un poquito en mi contra por la prensa y por todo. No me gustó porque estaba muy contento con todo allí. Ven algo que no es la verdad y se enfadan conmigo.

—¿Por qué en estos meses el equipo ha estado tan mal?

—Es difícil de decir porque el fútbol cambia muy rápido y nadie sabe por qué. Cuando estábamos jugando muy bien tampoco sabíamos por qué. Si tienes la opción de subir a Primera y no la aprovechas, en la siguiente temporada es difícil motivarte otra vez y elevar tu nivel, porque has tenido la oportunidad de tu vida y no la aprovechaste por pequeñas cosas. Dos meses después estás un poco todavía bajo de moral. De todos modos creo que con el nuevo entrenador se van a ganar muchos partidos.