Vuelve, una temporada más, a rodar el balón en la Liga más popular del planeta: la Bundesliga. Como mínimo, para el público local, algo cada vez más atípico en el fútbol moderno. La Liga alemana contó, en la 2017-2018, con un promedio de 43.879 asistentes por partido, lo que la convierte en el campeonato con más público del mundo. La Premier League supera, a duras penas, los 35.000 espectadores de promedio y, LaLiga, los 26.000.

Pese al mantra extendido de la poca emoción de la Bundesliga en la que habitualmente gana el Bayern (algo parcialmente cierto, pues en los últimos 15 años cuatro equipos más han ganado el campeonato), la Liga Federal de Fútbol cuida a sus aficionados, especialmente, con la regla ‘50+1’, a través de la cual obliga a los clubs a que la mitad más un voto esté en manos de los socios y asociaciones ligadas a los clubs.

Esta campaña perderá una parte importante de la esencia del fútbol alemán. Por primera vez en su historia, el Hamburgo no estará en la máxima categoría. Tras temporadas salvando, sobre la bocina, el descenso, el único equipo que ha disputado, hasta la fecha, todas las temporadas de la Bundesliga, perdió ante el Colonia en la eliminatoria por el descenso y puso punto y final a 55 años seguidos en la élite.

Pese a un inicio de siglo complicado en el ámbito liguero, el Bayern de Múnich ha vuelto a tejer su hegemonía en la Bundesliga. El conjunto bávaro ha ganado las últimas seis ediciones de forma contundente (se ha reforzado con Goretzka del Schalke y con Gnabry, del Hoffenheim). El nuevo Bayern de Niko Kovac dará el pistoletazo de salida a la competición hoy (20.30 horas) ante el Hoffenheim. El conjunto que dirige Julian Nagelsmann acabó en tercera posición la temporada pasada y disputará la ‘Champions’.

Los dos grandes aspirantes, a piori, vuelven a ser el Borussia Dortmund y el RB Leipzig. Curiosamente, ambos equipos debutarán enfrentándose entre ellos el domingo (18.00) en el partido que cerrará la primera jornada. Ninguno de los dos realizó una buena temporada y tratarán de cambiar la dinámica. El Dortmund le ha confiado el banquillo local del Signal Iduna Park al suizo Lucien Favre, exentrenador del Niza y con seis años de experiencia en Alemania; el Leipzig, por su parte, no disputará la ‘Champions League’ y ya espera a Nagelsmann, que se sentará en el banquillo del equipo sajón a partir del verano de 2019. Vuelve a la competición el histórico Fortuna Düsseldorf. Fundado en 1895, logró el ascenso tras proclamarse campeón de Segunda.