El pasado 1 de noviembre se cumplieron cinco años del suceso en el que el exzaragocista Fernando Gabriel Cáceres fue tiroteado en la cabeza en Buenos Aires por unos delincuentes que intentaron robarle su coche. Cáceres perdió el ojo derecho por una bala que quedó alojada en su cabeza y que le tuvo al borde de la muerte durante varios meses, pero consiguió agarrarse con todas sus fuerzas a la vida y ahora sigue trabajando para intentar recuperarse lo mejor posible. "Estoy en la última etapa de mi recuperación. Ahora ya estoy andando con un bastón, pero es como si tuviera que aprender a caminar, a dar los primeros pasos. Tengo que ir acompañado, pero a la vez voy solo, sin ayuda. Poder dejar la silla de ruedas supone una gran liberación para mí", comenta el exfutbolista argentino.

"Voy cumpliendo años y cada vez me encuentro mejor. Eso me motiva para seguir en esta pelea y para esforzarme cada día por ponerme bien, por tener la mayor calidad de vida posible", afirma Fernando Gabriel Cáceres, que asegura no acordarse de nada de lo sucedido en la madrugada del primero de noviembre del año 2009. "Eso ya pasó, no me acuerdo de nada. De nada sirve pensar en eso. Han pasado cinco años y estoy con las mismas ganas de vivir que siempre. No pudieron conmigo", dice el Negro.

LUCHAR POR VIVIR

Cuando ya fue consciente de lo sucedido y de que su vida había dado un cambio radical pensó que solo tenía dos opciones: quedarse tirado en una cama o luchar por vivir y eligió la segunda. Y en ello sigue. "Ahora un día sin otro voy a la piscina por las mañanas y lo voy alternando con el trabajo en el gimnasio. Por las tardes viene a mi casa una fisioterapeuta que me hace caminar. Tengo toda la semana ocupada. Verme cada vez mejor me anima mucho y eso es buenísimo para mí. La verdad es que voy mejor de lo que yo pensaba, pero mi ilusión es llegar a caminar solo, sin bastón. De ánimo estoy a tope, perfecto. En ello tiene mucho que ver mi mujer, Ingrid", dice Fernando Gabriel Cáceres.

"Los médicos pasaron a la historia, eso ya son cosas viejas. Ahora no estoy pasando revisiones y solo estoy trabajando con los fisioterapeutas. La etapa de los médicos ya es algo pasado, aunque sigo teniendo que tomar pastillas. Cada cierto tiempo tengo que ir al neurólogo y espero que me las pueda quitar pronto", asegura Cáceres, cuya recuperación ha sido considerada por los médicos de milagrosa. Y en buena parte debida a su gran fortaleza física. Durante su etapa en activo como jugador tuvo muy pocas lesiones y demostró una gran resistencia al dolor.

La pasión del exdefensa zaragocista sigue siendo el fútbol. Cuando fue tiroteado estaba decidido a ser entrenador profesional, pero para eso tendrá que esperar un poco más. Ahora ha fundado un club, "el FC-FC (Fernando Cáceres y Fernando Cáceres)" y sueña con la posibilidad de que algún jugador del mismo pueda vestir la camiseta del Real Zaragoza. "Tenemos jugadores interesantes de 16 a 24 años. Competimos en la Liga de Luján, algo parecido a una competición de carácter regional, y si la ganas puede jugar en los torneos argentinos. Hago un poco de todo, hasta de entrenador, y también estoy supervisando todo. Quiero llevar al equipo a Zaragoza para que vean los jugadores que tenemos y ver si alguno les puede encajar, pero hasta ahora no me han dicho nada", afirma el exdefensa zaragocista.

DESEANDO VOLVER

La afición zaragocista se volcó con Fernando Gabriel Cáceres en el homenaje que se le realizó el 13 de noviembre del año pasado en La Romareda. Más de 15.000 personas acudieron a La Romareda para brindar su cariño a uno de los héroes de la Recopa de 10 de mayo de 1995. Cáceres, tras abandonar el Real Zaragoza jugó también en España en el Celta de Vigo, Valencia y Córdoba, pero siempre ha reconocido que donde más querido se ha sentido ha sido en Zaragoza. "Lo de ese día fue muy especial para mí. La gente se portó conmigo de maravilla y siempre estaré agradecido", afirma el Negro Cáceres, que esta deseando volver a la capital aragonesa para pasear por sus calles y ver a los muchos amigos que aquí tiene. "Estoy pendiente de que me digan si vamos a poder organizar un partido con mi equipo para terminar de perfilar la fecha del viaje. A mí me hace bien estar en Zaragoza y espero estar pronto por allí", dice el exjugador zaragocista, que siempre será bienvenido. Su empeño por agarrarse a la vida ha sido un ejemplo para mucha gente.