No falló el CAI Zaragoza en Valladolid, apenas dudó ni permitió que el paupérrimo colista de la ACB le hiciera dudar en una victoria plácida, lograda desde el primer ataque y apuntalada a base de triples, la decimoctava de la temporada que deja al equipo aragonés sexto clasificado tras la derrota del Cajasol en Valencia. Tras la caída del Joventut en casa frente al Estudiantes, certificó su primer gran objetivo. El CAI Zaragoza disputará esta temporada su segundo playoff por el título consecutivo y ahora debe intentar acabar como mínimo en séptima posición para volver a Europa.

El rival que tenía el CAI enfrente no permite obtener grandes conclusiones, pero el conjunto de José Luis Abós dejó algunas certezas con independencia de la oposición --o falta de ella-- que encontró en el Valladolid. El equipo aragonés cumplió con su parte, salió concentrado desde el primer instante y supo ir corrigiendo sus propios errores para dominar con autoridad un encuentro que no tuvo historia. Y no la tuvo porque el propio CAI se encargó de ello con un parcial de 0-13 en los primeros minutos que dejó bien a las claras lo que iba a suceder en el Pisuerga.

Comenzaron mano a mano Roll y Rudez anotando desde el 6,75 en un anticipo de lo que iba a ser el encuentro. El CAI se mostró infalible en sus primeros ataques, anotándolo todo y todo desde larga distancia, pero no solo funcionó como un reloj su producción ofensiva. Atrás se aplicó con intensidad para no dejar que el Valladolid encontrara lanzamientos cómodos y cerrando el rebote para impedirle segundas oportunidades.

EL EQUILIBRIO El marcador ya se había decantado en el primer cuarto, con seis triples del CAI (17-28), pero su acierto desde los 6,75 le llevó a un momento de ofuscación. Se empeñó el equipo zaragozano en buscar los lanzamientos de tres aun cuando su acierto ya no era el mismo del inicio y el Valladolid aprovechó la ocasión para ponerse a cuatro (26-30, min. 13). La solución era meter balones interiores, buscar a Norel y Jones ante la debilidad del Valladolid también bajo el aro, y fue lo que empezó a hacer el CAI en ese momento. El holandés recibió entonces su primer balón en condiciones y no erró en los cinco que le llegaron en el segundo cuarto (30-45 al descanso).

En cuanto el CAI Zaragoza encontró el equilibrio entre el juego interior y el exterior recuperó su efectividad desde fuera con un Rudez en estado de gracia y la diferencia en el marcador fue aumentando hasta los 32 puntos de distancia (38-70). El conjunto aragonés continuó haciendo su trabajo aun cuando el partido ya se había terminado, superando al Valladolid en todo excepto en el rebote ofensivo, y José Luis Abós pudo volver a repartir minutos, como ya hiciera el pasado jueves. Sin Pere Tomás, de nuevo ausente por su esguince de tobillo, Fontet tuvo un cuarto de hora y Javier Marín, los últimos siete minutos. El canterano cerró el duelo con el decimoséptimo triple del CAI y el equipo aragonés cumplió con sus metas de esta semana con dos triunfos consecutivos que le han hecho alcanzar su objetivo, el playoff.