Al CAI le van las situaciones límite. Como ocurrió en Tarragona, donde el equipo reaccionó con un triunfo cuando Oscar Quintana se jugaba el puesto, ayer sucedió lo mismo. Una derrota hubiera dejado al entrenador cántabro al borde de la destitución, pero la mala noticia ni siquiera se produjo. El CAI venció en La Palma pisando el acelerador en los últimos diez minutos en los que endosó un parcial de 15-26 a su rival, apoyándose en Asier García, que dio un recital ofensivo en ese cuarto y mostró por primera vez el jugador que lleva dentro. Todo ello sucedió en un pabellón con goteras y en un partido que se tuvo que interrumpir varias veces por el agua que se colaba por el techo por la incesante lluvia del exterior. El conjunto zaragozano sumó su cuarta victoria de la temporada, se tomó un respiro y afrontará el próximo viernes una nueva reválida contra el Menorca, un conjunto que va lanzado, que lleva ocho victorias consecutivas y que llegará como colíder a Zaragoza.

El CAI, en el que Núñez jugó como escolta con Galilea y anotó dos triples decisivos, sufrió lo indecible para vencer en la pista del antepenúltimo, lo pasó mal, padeció, pero al final se llevó una victoria vital que le permite recortar un triunfo de desventaja con el Murcia y mantenerse a cinco de los dos primeros.

El partido tuvo un argumento agónico, de sufrimiento máximo en los 30 primeros minutos (el CAI llegó 51-50 perdiendo al final del tercer cuarto). Sin embargo, cuando se requirió una respuesta verdadera, en el momento de máxima tensión, el CAI la dio. Y, sobre todo, la ofreció Asier García con diez puntos en un cuarto maravilloso que condujo al conjunto aragonés al triunfo y que culminó también el buen partido de Txemi Urtasun.

BROWN, MAL Oscar Quintana varió su cinco inicial. En el lugar de Jesús Cilla, que en los últimos partidos había tenido un rendimiento muy alejado de su mejor nivel y que ayer sólo participó tres minutos por la persistencia de La Palma de defender en zona, salió Urtasun, que regresaba a la pista en la que jugó como local la pasada temporada.

La jugada le funcionó a Quintana. Pero quien tuvo un rendimiento flojo una vez más fue John Brown, que anotó seis puntos y capturó cinco rebotes en 18 minutos. El CAI entró en el encuentro con una gran predisposición y el acierto del escolta navarro en el lanzamiento colocó enseguida un 5-11 en el marcador. Pero fue un espejismo. Desde ese instante, el equipo aragonés se ofuscó en ataque como el viernes pasado contra el Murcia y llegó al final de los diez primeros minutos a remolque (12-11). Así siguió hasta el minuto 30. Entonces sentenció por su mejor potencial, su serenidad y se dio la alegría de ver cómo Antonio Reynolds firmaba dobles figuras, con diez puntos y doce rebotes.