El CAI Zaragoza ha hecho llegar al Ayuntamiento de Zaragoza su propuesta de lograr la cesión del Centro Deportivo Municipal La Granja para utilizarlo como instalación propia para sus equipos de base y ofrecer un mejor servicio al mismo precio. Sin embargo considera "muy complicado" conseguirlo, ya que se requeriría el acuerdo entre diferentes fuerzas políticas que no parecen muy a favor de conceder al CAI uno de sus grandes deseos. Fuentes del club aseguraron ayer que, si bien no descartan que la operación pueda llevarse finalmente a cabo, estudian otras alternativas ante las dificultades que plantea hacerlo realidad.

Porque la idea de contar con unas instalaciones propias sigue siendo uno de los anhelos más profundos de la entidad y, cuanto antes pueda conseguirlo, mejor, ya que se convertirían también en una nueva fuente de ingresos que darían una mayor viabilidad al proyecto. El CAI Zaragoza pensó en La Granja como lugar ideal por su proximidad al pabellón Príncipe Felipe y trasladó esa idea al Ayuntamiento en una reunión mantenida hace unas semanas con el alcalde Juan Alberto Belloch, el concejal de Deportes Roberto Fernández y el portavoz de Izquierda Unida José Manuel Alonso, un habitual en las gradas del Príncipe Felipe.

El club sostiene que no fue una propuesta firme, sino simplemente una idea que sigue en pie aunque, de entrada, no tuvo una gran aceptación. El Ayuntamiento es reticente a ceder una instalación pública que utilizan unos 8.000 ciudadanos, incluidos los centros escolares de la zona de San José, y que cuenta con la piscina municipal más visitada en verano. Puesto que el gobierno municipal no cuenta con mayoría absoluta de ningún partido, la aprobación de esa propuesta no puede partir únicamente del PSOE, mientras que CHA e IU no están de acuerdo con ceder suelo público para uso privado y el PP prefiere mantenerse al margen de momento.

El CAI Zaragoza quiere contar con unas instalaciones propias y su idea es hacerlo a partir de la cesión de suelo municipal, una fórmula que el consistorio utiliza, por ejemplo, con los clubs de fútbol. Su consecución significaría un paso más como club en la consolidación de un proyecto que ya ha encontrado la estabilidad económica y deportiva. Además, permitiría un mejor trabajo con la cantera. Actualmente, las categorías inferiores del club se entrenan en la pista auxiliar del Príncipe Felipe y en las instalaciones del colegio Pompiliano, lo que supone un gasto para la entidad en concepto de alquiler. El CAI Zaragoza también tiene que pagar por utilizar el Príncipe Felipe, mientras que el Ayuntamiento cede gratis La Romareda al Real Zaragoza.

El club aragonés se plantea dar un impulso ahora a esta vieja idea, entre otras cosas, porque esta campaña va a terminar de pagar la plaza de ACB, su pieza patrimonial más importante, por la que ha estado abonando 570.000 euros cada una de las cinco temporadas que ha militado en la máxima categoría --en la que descendió a la LEB se aplazó el pago--. Un dinero que ahora podría invertir en una vieja aspiración para dotarse de un futuro mejor. La Granja es la primera opción.