El CAI Zaragoza visita mañana al Real Madrid sin complejos y aplicando esa máxima del deporte que dice que es un partido en el que hay mucho a ganar y poco que perder dada la superioridad del conjunto merengue.

El equipo de Joaquín Ruiz Lorente es consciente de su papel de víctima pero no renuncia a dar la sorpresa en terreno blanco a pesar de que la derrota sufrida el pasado jueves por los hombres de Pablo Laso contra el Unics Kazan haya frustrado una de las bazas con las que suelen jugar los equipos teóricamente inferiores frente a otro superior, un posible exceso de confianza.

Si el conjunto aragonés contaba con esa posibilidad dada la buena marcha del equipo capitalino, se ha esfumado, ya que parece muy complicado que un conjunto del potencial del Real Madrid pudiera pecar del mismo defecto en dos ocasiones de forma consecutiva.

El conjunto maño se plantea el partido, por lo tanto, como una oportunidad de competir contra uno de los mejores equipos europeos y de intentar realizar un buen partido que ponga en problemas a su rival para tener alguna opción de dar la sorpresa.

La marcha del equipo madridista esta temporada, no tan arrolladora como la pasada, y el hecho de que ha tenido que sacar lo mejor de sí para derrotar a equipos menos potentes que él como el Fuenlabrada o Sevilla suponen un aliciente para un CAI Zaragoza que continúa dando pasos hacia una mayor adaptación después de haber modificado casi toda su plantilla esta temporada.

Eso sí, para tener opciones de ser la sorpresa de la jornada el equipo rojillo deberá aplicarse para intentar erradicar los dos problemas más evidentes que arrastra desde que inició la campaña.

El primero son las pérdidas de balón y el segundo el rebote, especialmente el defensivo en donde tiene una clara dicotomía pues mientras sufre mucho en la Eurocopa para cerrarlo y sus rivales sacan buen provecho de ello, en la Liga Endesa es el segundo mejor en esta faceta.