El CAI Zaragoza tampoco pudo frenar a un Real Madrid imparable. El equipo de Pablo Laso es una máquina de jugar y anotar y ayer aplicó el rodillo sobre un CAI que quiso pero no pudo y al que el Madrid convirtió en lo que no es, un conjunto sin ideas en ataque, sin acierto desde lejos, sin aportación coral. Solo Shermadini destacó en un CAI que tuvo una tarde aciaga en triples (2/17) y que se quedó sin opciones antes del descanso. Cualquier equipo ante el Madrid parece poca cosa y el CAI no fue una excepción. El baloncesto, en España, es dominio blanco.

Poco aguantó esta vez el CAI Zaragoza. Agarrado a un activo Shermadini y corrigiendo desde el primer segundo su déficit en el rebote mostrado en los cuartos de final, el equipo aragonés mantuvo el tipo los primeros minutos. Hasta el segundo cuarto puede decirse que compitió, con el georgiano desarbolando a sus rivales, dominando en las dos zonas y un CAI con gran intensidad y elevándose por encima del aro para superar a su rival en rebotes. De hecho, Shermadini capturó en los primeros diez minutos los mismos defensivos que todo el Madrid junto (6).

A partir de la salida a pista de Sergio Rodríguez, que aceleró el ataque del Real Madrid, el conjunto de Pablo Laso fue sumando sin parar mientras el CAI no encontraba ni la manera de frenarle ni tampoco la forma de sobrepasarle en ataque. Diez puntos y seis asistencias del Chacho, un jugador de otro nivel, quizá el mejor base de Europa ahora mismo, fueron el detonante para que el Madrid, hasta ese momento dando la sensación de jugar a un ritmo menor, se convirtiera en la máquina que ha ganado todos sus partidos oficiales en España esta temporada.

Conforme se ampliaba la diferencia, el CAI iba dejándo síntomas de agotamiento e iba alejándose del partido. Nueve balones perdió en los segundos dos minutos (22 en total), casi todos en primera línea de pase, provocando rápidas y certeras contras, y todos sus lanzamientos de tres acabaron frustrados hasta que Stefansson acertó con el primero, después de nueve intentos, en el minuto 19. Todo lo que hacía el Madrid lo hacía bien y el CAI dejó de hacer lo que sabe, anulado por su rival, así que el partido se acabó antes del descanso (54-37). El regreso se abrió con un triple a la remanguillé y sobre la bocina de Llull, por si quedaba duda de qué equipo estaba iluminado y cuál no.

El segundo tiempo fue más de lo mismo, Shermadini como pieza principal y casi única en un CAI que echó mucho de menos la aportación coral que es su seña de identidad. Solo Rudez superó los diez puntos y los minutos finales sirvieron para que saliera a pista Fontet y debutara Sergi García. El partido, y la Copa del CAI, ya habían terminado hacía bastante rato.