Las altas temperaturas que está registrando Nueva York, con sensaciones térmicas de hasta 40 ºC, están dificultando la labor de los participantes del Abierto de Estados Unidos. La primera ronda ya ha conseguido el triste récord de abandonos: en los dos primeros días de torneo, diez tenistas (nueve hombres y una mujer) han tenido que retirarse.

La situación ha llevado a la organización a aplicar la «política de calor extremo» en los chicos (cinco sets): implementar una pausa de 10 minutos entre el tercero y el cuarto, por recomendación del equipo médico. Para algunos tenistas, la medida es insuficiente: «¿Diez minutos? Yo necesitaba hora y media», afirmó el argentino Leonardo Mayer. Novak Djokovic también lo pasó mal. Durante el segundo set de su partido ante Fucsovics, requirió la presencia de un cardiólogo porque el calor le estaba pasando factura.