José Antonio Camacho, técnico del Real Madrid, le comunicó ayer a Florentino Pérez, presidente blanco, que preferiría dejar la dirección técnica del equipo blanco, dado que no se entiende con la plantilla. Pérez, que contrató al técnico murciano porque así lo querían las encuestas, le pidió que reflexionara y que siguiera al frente de la plantilla. La decisión final se tomará hoy durante una reunión en el Santiago Bernabéu, pero el máximo mandatario entiende que Camacho es una persona "firme" y prevé que será muy difícil convencer al técnico de Cieza, por lo que Mariano García Remón se haría cargo del primer equipo.

Camacho habló con Emilio Butragueño en el vuelo de regreso a Madrid desde Barcelona para hacerle saber su intención de dejar la dirección del equipo. Pérez no tuvo más remedio que reconocerlo. Aún así, el mandatario blanco aseguró entonces que le veía con ánimos para seguir. Todo indica que el entrenador no va dar marcha atrás, aunque el hecho de que mañana haya partido en el Bernabéu con la visita de Osasuna, uno de los equipos revelaciones de este arranque liguero, puede que sirva para conceder un tiempo de reflexión a todas las partes.

La razón que ha empujado a Camacho a intentar que Pérez le libre de su compromiso es el escaso entendimiento y la nula química que existe entre el mister y la plantilla galáctica . Quienes conocen las interioridades del vestuario blanco aseguran que "Camacho intenta inculcar en la plantilla del Madrid maneras, estilos y disciplinas de equipos menores, más trabajados, y los jugadores, que están de vuelta de todo, no lo admiten".

Ayer ya saltaron las alarmas en el entrenamiento de la mañana con la presencia de Pedro De Felipe, representante de Camacho. El técnico no dirigió el ensayo. En su lugar, lo hizo su segundo, José Carcelén. Camacho preparó una terapia de choque con dos de los capitanes para recuperar psicológicamente a sus jugadores. A Raúl le pidió que diera un nuevo toque de atención al vestuario para que el equipo dé otra imagen, tenga más carácter y menos victimismo a la hora de echar las culpas al árbitro, tal como ocurrió el sábado con Guti, que será sancionado por insultar al cuarto árbitro.

A Roberto Carlos le exigió que no siguiera criticando la gestión técnica, como hizo tras la derrota ante el Espanyol. Cuando al lateral le preguntaron por qué ni él ni Salgado habían subido más por las bandas, la respuesta del defensa fue rotunda: "Hable con el entrenador". Y Camacho se ha hartado de tanto desplante. El entrenamiento estuvo marcado por las ausencias de los lesionados Zidane, Woodgate y Borja Fernández. Luis Figo ultima su recuperación y todo hace indicar que la ha culminado. Casillas y César, los dos porteros, no trabajaron debido a sus respectivas dolencias.

La crítica situación que atraviesa el Real Madrid se vio agravada por la derrota sufrida el sábado ante el Espanyol en la Liga (1-0) y que se sumó a la del pasado miércoles ante el Bayer Leverkusen (3-0) en Liga de Campeones.