En las claves del cambio del Sporting de Gijón, el mejor equipo de la segunda vuelta de esta categoría de plata con 38 puntos, se pueden hablar de muchos factores. Obviamente, la llegada de Rubén Baraja ha tenido que ver en un equipo mucho más triste y gris con Paco Herrera, también ha mejorado la confianza del bloque, su capacidad defensiva, para ser casi una roca, con solo tres goles en los últimos doce partidos, y además han influido los fichajes de enero, los de Nano Mesa y en menor medida de Guitián y Hernán Santana, pero sobre todo el de Jony. De hecho, en el extremo asturiano, cedido por el Málaga, está el cambio, el factor del despegue sportinguista. Jony le ha dado un salto tremendo a un equipo que ya tenía muy buenos futbolistas, algo que su clasificación no reflejaba, al estar fuera del playoff cuando Herrera fue destituido tras 18 partidos. Ahora, con su segundo puesto en la clasificación, sí lo hace.

El conjunto gijonés aprovechó su límite salarial tras el descenso de Primera, de 11,7 millones de euros, el cuarto que más tras el Barcelona B, el Granada y Osasuna, para en enero reforzar el equipo. Apostó muy fuerte con Jony, con un salario anual de 800.000 euros y sus pocos minutos en el Málaga posibilitaron un regreso al Sporting en forma de cesión que ha sido una magnífica noticia para el equipo asturiano.

5 goles y 5 asistencias

Jony, en 16 partidos, 13 de ellos de titular, ha dado 5 goles y otras tantas asistencias. Eso dicen los números gruesos, pero lo que no hablan los datos es de su capacidad en el desborde y su velocidad en la banda izquierda. Jony, que se marchó del club sportinguista en el 2016, se ha liberado en su regreso y está en su mejor momento. Siempre es un factor de desequilibrio para el enemigo en un Sporting que ya tiene muy buenos jugadores en ataque, como Michael Santos, Rubén García, Nano Mesa, Carmona, Pablo Pérez...

En Jony habita un jugador de indiscutible talento y nivel de Primera. De hecho, en la élite empezó en este curso y allí volverá en junio. El Alavés ya le ha hecho saber al Málaga que desea contar con él y el jugador posee una cláusula donde el club costasoleño está obligado a cederlo a un equipo de Primera tras el descenso siempre que asuman la totalidad de su ficha.

Al margen de Jony hay otros aspectos que avalan la mejoría del Sporting. No tan decisivos, pero sí importantes. El conjunto gijonés ha recuperado en la medular de manera regular y sin ausencias a Sergio Álvarez y a Bergantiños, dos pilares en el centro del campo. El Sporting defiende mucho mejor. Tres goles encajados, dos de penalti, en doce partidos así lo señalan. En las últimas seis salidas solo ha recibido una diana, en Almería y de penalti. Mariño llegó a estar 765 minutos y siete partidos sin encajar (el segundo mejor registro histórico de la entidad asturiana) hasta el gol de pena máxima del almeriense Rubén Alcaraz en el tramo final de ese encuentro.

Y sí, Baraja, que lleva 19 partidos en el banquillo astur, ha impuesto sentido común en el vestuario y está levantando una carrera de entrenador que se impulsó mucho en la cantera del Valencia y que se frenó en el Elche y en el Rayo. Los datos del vallisoletano en Gijón son indiscutibles en los últimos tres meses.

Desde la derrota en Oviedo

En global lleva 44 puntos de 57 posibles, casi el doble que Paco Herrera con solo un encuentro más que el técnico catalán. La reacción ha sido espectacular desde la derrota ante el Oviedo en el derbi en la jornada 25, un partido especial perdido que pudo suponer una losa, pero que catapultó al equipo de Rubén Baraja. Desde entonces ha sumado 10 victorias y dos empates sin goles ante Lorca y Cádiz, y 32 puntos de 36 posibles.